Según los datos de una encuesta realizada por Kaspersky Lab y B2B Internacional a finales de 2015, los bancos y las organizaciones financieras tienen dificultades para gestionar el fraude financiero online en la compleja escena actual. Más de un tercio (38%) de las organizaciones admiten que cada vez es más difícil saber si una transacción es fraudulenta o real.
El explosivo crecimiento de los pagos electrónicos, combinado con los nuevos avances tecnológicos, ha obligado a las empresas a mejorar la eficacia de sus procesos de negocio en los últimos años. En muchos casos, esto se ha logrado mediante la implementación de sistemas de flujo de correo para interactuar con proveedores y clientes, etc.
Dado que las empresas están cada vez más inmersas en entornos digitales, garantizando la continuidad del negocio, protegerse contra las amenazas informáticas es crucial. A medida que el número de transacciones online aumenta, también lo hace el nivel de ciberfraude, tal y como confirma el 50% de las organizaciones de servicios financieros encuestadas. Es evidente que las instituciones financieras deben hacer todo lo posible para proteger su negocio y a los clientes de los cibercriminales.
Si analizamos en detalle, vemos que el 41% de las empresas ha implementado una solución de ciberseguridad in-house y el 45% confía en una solución de terceros para mitigar los riesgos. Aún así, todavía el 46% de las empresas ha implementado sólo parcialmente una solución contra el fraude financiero o no han instalado nada en absoluto.
De acuerdo con estos resultados, aproximadamente la mitad de las organizaciones que operan en el panorama de pagos electrónicos utilizan soluciones no especializadas que, según las estadísticas, no son fiables contra el fraude y muestran un alto porcentaje de falsos positivos. Conviene tener en cuenta que el uso incorrecto de sistemas de seguridad puede dar lugar al bloqueo de las transacciones. También debemos señalar que la desviación de pagos puede derivar en una pérdida de clientes y, en última instancia, de beneficios. Por tanto, este es un tema crítico para todos los negocios. El fraude en sí no es solamente el problema, las organizaciones financieras tienen que reducir el número de falsas alarmas en sus sistemas para proporcionar el mejor servicio posible al cliente.
“Teniendo en cuenta la feroz competencia que existe en el mercado de servicios financieros, mantener una relación de confianza con los clientes es un factor decisivo para la prosperidad de cualquier empresa a largo plazo. La interdependencia de las relaciones digitales entre todos los agentes del mercado de servicios financieros también significa que si cualquier organización en la cadena de valor experimenta un problema en el servicio digital (ya sea debido a fraude, abuso, ataque cibernético, etc.), el daño puede propagarse rápidamente a otras organizaciones en esa cadena de valor. A medida que el volumen de demanda de transacciones online sigue aumentando, todas las empresas (su cliente frente a las plataformas digitales, infraestructura, datos y empleados) deben gestionarlas de forma segura. Es crucial, por tanto, utilizar soluciones de prevención de fraude especializados que proporcionarán a los clientes el servicio más seguro posible”, comenta Alfonso Ramírez, Director General de Kaspersky Lab Iberia.