Aunque resulte chocante, el 63% de los directivos senior consultados no confían en absoluto sobre los requisitos de TI de sus compañías en relación con la protección de datos, seguridad, backup y recuperación y disponibilidad. En España el ratio es inferior (un 51,6%), pero no deja de ser preocupante que una de cada dos empresas no se muestre confortable con sus tecnologías de continuidad de negocio. Curiosamente, China se coloca a la cabeza mostrando el nivel de madurez más alto en la implantación de estas tecnologías (65,2%) seguida por Estados Unidos (61,8%), Sudáfrica (60,9) y Brasil (53,8).
Esta constatación viene de de la evidencia de que la reducción de las inversiones en estas áreas críticas pone en peligro la capacidad de las infraestructuras de TI a la hora de hacer frente con éxito a posibles incidentes, tales como tiempo de inactividad no planificado, brechas de seguridad y pérdida de datos, poniendo en relieve la necesidad de acceder a ‘Trusted IT’.
Según Jesús Aguado, BRS Technical Consultant, “EMC está implicada en este tema y cuenta con áreas específicas tanto para la gran cuenta y la pyme”. Según su experiencia, se pierden datos todos los días, “estamos viendo en muchos casos la convivencia de infraestructuras separadas de protección TI tanto para el CEO como para el CIO, sin la posibilidad de alcanzar una visión única de la situación”. En efecto, el estudio destaca la brecha entre ambos posiciones directivas, mientras el 70% de los CIO confían en su seguridad TI, el porcentaje de CEO se sitúa en el 50%. Para Manuel Lorenzo, del grupo RSA de España, “es necesario hacer un cambio de paradigma, con plataformas que analicen todos los datos de los entornos y permitan dar una visión generalizada. La seguridad se ha convertido en un problema de Big Data”.
Las empresas deben entender que están ante un problema dado el aluvión de información que se cierne sobre ellas con el uso intensivo de dispositivos móviles, el cloud computing y el social networking. A las compañías les cuesta admitir haber tenido algún incidente de seguridad (sólo tres de cada cuatro lo reconocen en algunos casos concretos), pero hay que saber que las brechas de seguridad suponen unas pérdidas al año de 860.000 dólares. La caída de los sistemas y la pérdida de datos también representan péridas de 497.000 y 585.000 dólares respectivamente.