Semilla para la concienciación

Ha sido el mes del ransomware, con WannaCry protagonizando portadas de los medios de comunicación, de las tertulias y de los dimes y diretes tanto del sector tecnológico como a pie de calle. Ha sido un salto mediático que ha situado la ciberseguridad en primer plano. Por lo demás, el impacto de este último afamado ataque se veía venir, no tanto por su repercusión como por el hecho de que parecía que esto de la prevención se daba por hecho con totales garantías, denotándose demasiada relajación. He leído críticas dirigidas de forma directa a la Administración y a su poca proactividad; no considero que en este caso sea así, es un actor más y no es en exclusiva el único responsable del desaguisado. De hecho, en los foros periódicos que organiza Computing con representantes de todo tipo de sectores, lo más llamativo es que los responsables de Seguridad se lamentan de la falta de cooperación, con otras entidades y a nivel interno, y de la limitación presupuestaria para desarrollar proyectos sólidos. Son temas graves. No hay que obviar, además, que todavía hay entidades de tamaño considerable que no cuentan con la figura del CISO, una forma más de ponerse la venda en los ojos ante lo evidente. Volvemos a lo de siempre, a la falta de concienciación y a la desidia que transmite el área de Negocio ante iniciativas que deben ser prioritarias; quizás por desconocimiento, pero ya no es justificable a día de hoy dejar la seguridad en un segundo plano dentro de los objetivos de cualquier tipo de organización. ¿Servirá al menos WannaCry como semilla para concienciar definitivamente? No soy visionario, aunque dudas, las tengo todas.