Art Coviello, vicepresidente ejecutivo de EMC Corporationy presidente ejecutivo de RSA, La División de Seguridad de EMC, ha hecho un llamamiento, en la inauguración de la RSA Conference, que se celebra esta semana en San Francisco, a la cooperación internacional entre los gobiernos y el sector de la Seguridad con el fin de poner fin a problemas tales como la guerra cibernética, la vigilancia de las administraciones, la privacidad y la confianza en Internet.
“Es normal que en mundo digital exista tensión entre gobiernos, empresas y particulares, ya que cada figura defiende sus intereses. El acceso a la información se ha vuelto más sencillo, pero también más valioso”, explicó Coviello. “Nos encontramos en medio de un cambio histórico y fundamental en el uso de las tecnologías de la información, un cambio que ya está teniendo enormes repercusiones sobre el futuro de nuestra sociedad y cultura. La rápida expansión y democratización de la tecnología ha provocado el choque de las prioridades de cada grupo de interés con consecuencias imprevisibles”.
Coviello articuló cuatro principios fundamentales para alentar el debate y la acción de todas las partes interesadas en garantizar una Internet más segura:
1. Renunciar al uso de armas cibernéticas y de Internet con fines bélicos. “Debemos sentir la misma aversión hacia la guerra cibernética que hacia la guerra nuclear y química”.
2. Colaborar en la investigación, detención y enjuiciamiento de los delincuentes informáticos. “Los delincuentes son los únicos que se benefician de la competencia entre los distintos gobiernos. La ausencia de una colaboración inmediata, coherente y constante a escala global constituye una ventaja para ellos”.
3. Garantizar el desarrollo de la actividad económica en Internet sin restricciones y el respeto de los derechos de propiedad intelectual. “Los beneficios que podemos obtener todos con una mayor productividad de la actividad comercial, la investigación y la comunicación son demasiado valiosos como para no alcanzar un consenso. Debe imponerse el imperio de la ley”.
4. Respetar y garantizar la privacidad de todas las personas. “Nuestra información personal se ha convertido en la auténtica divisa de la era digital. Solo hay algo más importante que impedir que se nos explote: la protección de nuestras libertades fundamentales. Pero la libertad personal conlleva una responsabilidad. Los gobiernos tienen la obligación de crear y hacer que se respete un equilibrio, un equilibro basado en un modelo de gestión justo y transparente”.
Coviello también reivindicó cambios en la NSA estadounidense y en las organizaciones de inteligencia de todo el mundo para que puedan adoptar un modelo de gestión capaz de separar su labor defensiva de la de recopilación de información.
En este sentido, Coviello señaló que la tecnología digital, el big data y la emergencia de Internet de las cosas son los elementos clave del “cambio histórico en el uso de las tecnologías de la información”. Añadió que las tecnologías digitales actuales pueden curar muchas de nuestras enfermedades como sociedad, pero que también pueden destruir y, por ello, necesitan contar con normas consensuadas que rijan su uso. “Debemos aunar los intereses de todas las partes para construir un entorno de diálogo positivo”, señaló.
“Es urgente que estos sistemas sean lo suficientemente inteligentes y que estén lo suficientemente integrados para poder automatizar las respuestas que aíslen elementos en riesgo y prevenir daños, no solo en las infraestructuras basadas en hardware actuales, sino también en la nueva generación de infraestructuras y redes basadas en software”, explicó.
En una era en la que es el usuario quien define las TI, Coviello señaló la necesidad de contar con un enfoque basado en la inteligencia con el fin de identificar sistemas que permitan a los equipos de seguridad hallar un equilibrio entre las necesidades de los usuarios y las de los departamentos de TI sin perjuicio de la aplicación de políticas sobre los dispositivos de los primeros. Prosiguió aclarando que la gestión de la identidad debe llevarse a cabo en tanto en entornos móviles como en la nube, y reconoció que se necesitan nuevas soluciones para “adaptarse a la evolución de la identidad en la era de las TI definidas por el usuario”.
Coviello concluyó reiterando su llamamiento a los gobiernos para que adopten los cuatro principios y animó al sector de la seguridad a que cumpliese con su parte creando marcos seguros y la tecnología necesaria para garantizar un mundo digital más seguro y fiable.
