Está claro que la tecnología ocupa un papel cada vez más importante en nuestro día a día. Desde empresas a particulares, todos estamos aumentando nuestro uso de esta herramienta en nuestro trabajo y en nuestra vida personal. Esta tendencia se ha visto todavía más acelerada por la pandemia e incluso las personas que más se resisten al uso de la tecnología han tenido que introducirla en su vida, ya sea para teletrabajar, comunicarse o mantenerse al tanto de las noticias y datos.
Queramos o no, el futuro es tecnológico y nos puede beneficiar mucho, pero hay que saber bien cómo usar esta tecnología para que sea nuestro aliado y no nuestro enemigo.
Aunque los ataques de ciberseguridad nos parezcan algo lejano e imposible de que ocurran (algo más parecido a una peli de ciencia ficción), la realidad es que son más comunes de lo que pensamos. De hecho, hace poco algunos usuarios de Google recibieron un correo alertándoles de que sus contraseñas habían sido expuestas por terceros (terceros en los que confía y utiliza Google). Se les aconsejaba a todos que cambiaran sus contraseñas de inmediato, sin embargo ¿qué puede haber pasado durante esos segundos o minutos donde las contraseñas fueron expuestas? ¿y qué pasa con aquellos usuarios que no leyeran el correo? ¿su seguridad ya no está garantizada?
Pero no hace falta que se produzca un ciberataque para darnos cuenta de que nuestra seguridad online es bastante escasa
Pero no hace falta que se produzca un ciberataque para darnos cuenta de que nuestra seguridad online es bastante escasa. Nuestros documentos e imágenes están continuamente expuestos a terceros que pueden utilizar toda esa información para su propio beneficio y muchas veces nosotros mismos les damos el consentimiento cuando aceptamos los términos y condiciones. Es el caso de WhatsApp que nos “obliga” a aceptar sus nuevas condiciones, muy abusivas por cierto, si queremos seguir usando sus servicios. Si no las aceptamos, el día 8 de Febrero automáticamente las aceptan por nosotros. Y aunque creas que la única opción posible es aceptar estos términos y resignarte a que tus datos ya no te pertenecen solo a ti, hay muchas opciones en el mercado, como la recomendada por Elon Musk, Signal. Y con el almacenamiento en la nube pasa exactamente lo mismo.
Todo se trata de saber elegir correctamente. Porque sí, está muy bien poder subir todos nuestros archivos en una nube y poder acceder a ellos cuando queramos, pero hay que elegir muy bien qué nube vamos a utilizar. Tienes que elegir una donde tus archivos estén protegidos y te pertenezcan solo a ti. Para ello te recomiendo que utilices el almacenamiento descentralizado en la nube. Este tipo de almacenamiento se basa en la tecnología Blockchain por lo que los archivos que subas serán totalmente privados y seguros, solo tú podrás acceder a ellos y además serán inhackeables. ¿Por qué? Porque gracias a la tecnología Blockchain los archivos que subas a una nube descentralizada. serán encriptados y divididos y cada uno de estos fragmentos será envíados a diferentes nodos repartidos por diferentes lugares del mundo. Y a diferencia de las nubes centralizadas (Google Drive, DropBox, One Drive…) en las nubes descentralizadas como Internxt Drive solo tú eres el dueño de tu información, ni terceros ni la propia nube puede acceder a tus datos (Internxt sería como el Singal para el almacenamiento en la nube).
En mi opinión esta herramienta es la más importante para mantener nuestra privacidad y evitar cualquier ataque. Sin embargo, hay más acciones que podemos tomar para mantener nuestra seguridad. Utilizar buscadores como DuckDuckGo como alternativa a Google o OpenStreetMap como alternativa a Google Maps son otras formas de asegurarnos nuestra privacidad y estar menos controlados.