Alcatel-Lucent ha publicado nuevos datos que muestran que las amenazas a los dispositivos móviles continúan en rápido ascenso y que han infectado a más de 11,6 millones de dispositivos, poniendo a sus propietarios bajo un riesgo cada vez mayor de que se les robe información personal y financiera, de que se lleven un susto con su factura por haber sido pirateados sus datos, y de que sean extorsionados para poder recuperar el control de su dispositivo. Por otro lado, la amenaza a la seguridad de las redes domésticas se ha mantenido constante, y los tipos tradicionales de software malicioso de red fija están dando el salto a los dispositivos móviles.
Las cifras del último trimestre y del último año de Kindsight, filial de Alcatel-Lucent, revelan que el malware usado por los hackers para obtener el acceso a los dispositivos continúa aumentando con la utilización de la banda ultra ancha por parte de los consumidores. Además del riesgo que representa para ellos, el malware se utiliza para actos de espionaje y lanzar ataques de denegación de servicio (DoS) a empresas y administraciones.
El informe muestra que las infecciones con malware para dispositivos móviles aumentó un 20% en 2013, siendo los dispositivos LTE de 4G los más propensos a ser infectados. Los Android representaron el 60% de las infecciones totales en redes móviles, normalmente bajo la forma de aplicaciones de “troyanos” descargadas de tiendas de aplicaciones (app stores) de terceros, Google Play Store o correo malicioso con suplantación de identidad (phising scams). El 40% del malware para dispositivos móviles se originó en portátiles con Windows conectados a un teléfono, a un lápiz USB para conexión móvil o a un nodo MIFI (WiFi móvil). Las infecciones en dispositivos iPhone y BlackBerry supusieron menos de un 1%.
“Los criminales van normalmente tras la fruta que es fácil de coger”, comenta Kevin McNamee, director y arquitecto de seguridad de los Kindsight Security Labs de Alcatel-Lucent. “El mercado de teléfonos inteligentes de Android no sólo es el más voluminoso, sino que, al contrario que iPhone y Blackberry, permite descargar aplicaciones de sitios de terceros. Esto proporciona a los cibercriminales un mecanismo no vigilado para distribuir su malware, ya que puede evadir fácilmente su detección por parte de antivirus basados en los dispositivos. Por este motivo, en 2013 hemos asistido a una creciente tendencia de operadores que ofrecen a sus suscriptores un servicio de seguridad de antivirus basado en la red”.
2013 ha sido también el año en el que el software de espionaje ha convertido a los teléfonos inteligentes y tabletas en dispositivos de ciberespionaje que permitían a los hackers hacer un seguimiento remoto de la localización, descargar listas de contacto e información personal, interceptar y enviar mensajes, grabar conversaciones y hacer fotos.
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