La mayoría de los europeos no toman las precauciones necesarias para proteger sus dispositivos móviles y los contenidos que almacenan. Pese a que una amplia mayoría de usuarios europeos reconocen que acceden y almacenan información privada en sus dispositivos, más de un tercio de ellos admite que no utiliza una contraseña especial para proteger dichos contenidos. Esta es una de las conclusiones más importantes del informe sobre Cibercrimen que Norton by Symantec ha llevado a cabo para conocer las claves en el comportamiento de los usuarios europeos con respecto al uso de sus dispositivos móviles.
De acuerdo con esta investigación, los europeos han trasladado parte de su vida laboral, social y online a sus dispositivos móviles. Ya sea para navegar, para la descarga de aplicaciones o por las compras online, la conclusión en todos los casos es que más de un tercio de los europeos (34%) indicaron que no podrían estar sin sus terminales y cerca de un cuarto de los adultos (24%) aseguraron que su dispositivo sería uno de los dos objetos personales que salvarían de sus hogares en caso de un incendio.
“La gente cada vez confía más en sus terminales para sus actividades diarias como navegar, socializar y comprar online en el actual panorama de constante comunicación global”, ha explicado Roberto Testa, Consumer Iberia Marketing Manager de Norton by Symantec. “Lo que muchos usuarios no suelen tener en cuenta es la enorme cantidad de información privada que puede quedar comprometida en caso de sufrir el robo o pérdida de su dispositivo. Teniendo en cuenta el carácter sensible de esta información, los usuarios tienen que poner en práctica una serie de sencillas recomendaciones para evitar ser víctimas del cibercrimen”, añade.
En el caso de sufrir la pérdida o robo del dispositivo, la información personal alojada en el dispositivo podría ser accesible para cualquiera, lo que incluye correos electrónicos y con ellos correspondencia y documentos laborales, contraseñas de otras cuentas y movimientos bancarios. Y pese a ello, no se toman medidas proteccionistas.
Además, la pérdida de un dispositivo es una situación común, costosa y estresante para los usuarios. Tres de cada diez europeos han sufrido el robo o pérdida de sus dispositivos, lo que implica un gasto de unos 122 euros por el reemplazo o uso temporal de otro terminal y de unos 233 euros en el caso de un tablet. Ante la pérdida de su móvil, los consumidores europeos indicaron como principales preocupaciones el aumento en la tarifa mensual por posibles llamadas realizadas tras la pérdida del mismo (43%), el riesgo de que extraños puedan tener acceso a sus contactos (26%) o la utilización de datos de compras anteriores para realizar nuevas transacciones desde sus terminales extraviados (26%).
