IDEAS CLAVE
Dualidad de la IA: La inteligencia artificial es una herramienta neutra que puede ser usada tanto para proteger como para atacar. Su regulación ética y un enfoque reflexivo son fundamentales para maximizar beneficios y minimizar riesgos.
Importancia de la colaboración e inversión: La integración de la IA en la ciberseguridad aún no es generalizada. Es esencial que las empresas inviertan en tecnología avanzada, fomenten la formación continua y promuevan la colaboración para enfrentar amenazas cada vez más complejas.
Adopción de un enfoque integral en ciberseguridad: Las organizaciones deben asumir estrategias que combinen prevención, detección, y recuperación. Además, deben fomentar una cultura de seguridad y compartir la responsabilidad de gestión de riesgos en todos los niveles organizativos.
Índice de temas
Ciberseguridad e IA
Pese a los desafíos que plantea, la inteligencia artificial es una herramienta que, en sí misma, no debe ser considerada buena o mala. De hecho, y obviando sus múltiples aplicaciones en diferentes ámbitos como el de la ciberseguridad, puede ser comparada con algo tan sencillo como un cuchillo, un mango unido a una hoja de metal afilada que puede ser utilizado tanto para pelar y cortar una manzana como para lastimar a otra persona.
En un entorno donde las amenazas están en constante evolución, las empresas deben adoptar un enfoque proactivo y heterogéneo para reducir los riesgos y mitigar los posibles impactos. La Dirección debe comprender que todas las organizaciones están expuestas a sufrir un ciberataque, y que, este, puede producirse en cualquier momento
CARLOS BAQUERO, SERVAL NETWORKS
A partir de esta realidad, no cabe duda de que la IA lo tiene todo para convertirse en una herramienta desestabilizadora, que puede ser empleada como mecanismo de defensa contra las amenazas cibernéticas, pero también, como arma por parte de atacantes malintencionados. Y es precisamente esta disyuntiva o dualidad, la que plantea la necesidad de que se produzca una reflexión crucial sobre la dirección y velocidad en la que avanzamos. Sin más dilación, deben implementarse una regulación y unos principios éticos sólidos que guíen e impulsen el desarrollo y el despliegue de la IA. Todo para garantizar que se maximicen los beneficios y se minimicen los riesgos, sobre todo, cuando hablamos de ciberseguridad.
Colaboración e inversión
Algunos canales están comenzando a integrar IA en sus servicios de gestión de ciberseguridad para detectar y responder a amenazas de manera más eficiente. Sin embargo, esta implementación aún no está generalizada y muchas empresas dependen de tecnologías y enfoques tradicionales que pueden no ser suficientes contra ataques más avanzados. La colaboración entre empresas de tecnología y canales es clave para compartir información sobre amenazas y mejores prácticas para enfrentar ataques potenciados por IA. La clave está en la inversión continua en tecnología, en la formación de los recursos humanos y en la adopción de una mentalidad de mejora continua en ciberseguridad.
En un entorno donde las amenazas están en constante evolución, las empresas deben adoptar un enfoque proactivo y heterogéneo para reducir los riesgos y mitigar los posibles impactos. La Dirección debe comprender que todas las organizaciones están expuestas a sufrir un ciberataque, y que, este, puede producirse en cualquier momento. En este sentido, una acertada gestión del riesgo facilitará el establecimiento de una estrategia de continuidad de negocio sólida, un compromiso que, dicho sea de paso, no debe recaer exclusivamente en el CISO, sino ser compartido a todo nivel.
Tecnología avanzada
Para que las empresas minimicen los daños en caso de un ataque cibernético, deben asumir un plan integral que combine medidas preventivas, con una respuesta eficaz y un plan de recuperación robusto. Como ya hemos indicado, invertir en tecnología avanzada, fomentar una cultura de seguridad y colaborar con otros actores del sector son pasos cruciales para fortalecer la defensa corporativa contra amenazas cibernéticas emergentes.
Para que las empresas minimicen los daños en caso de un ataque cibernético, deben asumir un plan integral que combine medidas preventivas, con una respuesta eficaz y un plan de recuperación robusto
Da igual si se trata de IA o de virus informáticos; quien fija el uso ético de la tecnología es el ser humano. No obstante, y a diferencia de cuando se propagaron los primeros virus, hoy existen diversas buenas prácticas que las organizaciones pueden aplicar para medir el riesgo y asegurar la continuidad de negocio. En dichas prácticas se evalúan alternativas y escenarios junto con procesos y personas para contener la incidencia de un ciberataque, bien sea producido por un humano o ayudado por la inteligencia artificial.
Porque no hay que olvidar que los ataques seguirán sucediéndose, independientemente de la evolución de la IA. Lo que sí facilitará esta tecnología, es que estas amenazas sean más sofisticadas y difíciles de detectar. Por ello, y como contrapeso, es crucial seguir invirtiendo en el desarrollo de soluciones de ciberseguridad que empleen IA para prevenir, detectar y mitigar ataques.
Futuro de la IA
El futuro de la inteligencia artificial no tiene por qué ser distópico. Al contrario, es de esperar que, aunque ambos campos seguirán evolucionando y desarrollándose, se observe un mayor enfoque y avance en el desarrollo de soluciones de ciberseguridad basadas en IA. La creciente demanda de protección contra amenazas cada vez más sofisticadas y la presión regulatoria ayudarán a ello.
Desde su origen, Serval Networks ha contado con profesionales que han formado parte del sector, en algunos casos, desde el nacimiento del mismo. Todos ellos comparten la vocación de estudiar los continuos avances, e ir conociendo los nuevos ataques que van surgiendo, y las últimas tecnologías y servicios que van apareciendo en el Mundo para defenderse. En la actualidad, estamos muy focalizados en lo que la Inteligencia artificial y la automatización puede suponer para el sector.