El malware no entiende de modas, aunque cuanto mayor es el uso de la tecnología, más se convierte el entorno cibernéctico en un campo minado para los usuarios del que los delincuentes quieren sacar el mayor beneficio.
De esta forma, el cibercrimen se torna en una amenaza constante, de la que, no obstante, no tiene por qué ser complicado librarse si contamos con las medidas y los partners adecuados. Por este motivo, Computing ha recogido a los principales factores y actores del mundo de la ciberseguridad en su Guía de Seguridad 2018 en el número 772 de Computing.