Mediante una red que combina sensores de última generación de vídeo, audio o vibración que no vulneran el derecho a la privacidad de los individuos, Argos (Advanced Protection of Critical Buildings by Overall Anticipating System) velará por la seguridad de entornos que necesitan de una vigilancia exhaustiva como centrales nucleares, gaseoductos o estaciones petrolíferas, entre otras. De esta forma, la tecnología de Argos es capaz de detectar o anticiparse ante una actuación sospechosa por parte de un individuo en las inmediaciones de una central eléctrica.
Everis se encargará de coordinar el consorcio de empresas europeas en el desarrollo del proyecto, que cuenta con una financiación de la Comisión Europea de 4,5 millones de euros, y surge con la vocación de aumentar la seguridad física de los ciudadanos, así como de fomentar la estabilidad económica y el crecimiento en las ciudades europeas. Las infraestructuras que generan, suministran y distribuyen las necesidades básicas son vitales para el funcionamiento diario de cualquier país. Por ello, la protección de estos entornos es prioritaria para la Comisión Europea, ya que un ataque o un error de funcionamiento podría afectar a un gran número personas y producir daños económicos que desestabilizarían cualquier país.
Argos tiene el objetivo de desarrollar tecnologías de bajo consumo que no invade la intimidad de las personas. Por ello, basa sus investigaciones en sensores de vibración y en algoritmos de detección avanzada asociados a un motor inteligente capaz de cruzar datos y predecir sus consecuencias, con lo que no es necesario grabar imágenes que vulneran los derechos fundamentales de las personas.