Podría equipararse esta situación al terrorismo yihadista, por su dispersión y ejecución espontánea. Eugene Kaspersky, desarrollador ruso creador de la empresa homónima, ha sido tajante al respecto: “Cualquier ataque a un hospital en este momento puede ser visto como equivalente a un ataque terrorista”. Su mensaje, a la vez que realista, no resulta tranquilizador, dado que las medidas de distanciamiento social no impactarán en la ciberseguridad. “Es muy probable que los ciberdelincuentes permanezcan activos. Están acostumbrados a trabajar desde casa y sus circunstancias no han cambiado drásticamente. Seguirán tratando de atacar a las empresas y a las personas y es nuestra obligación seguir trabajando duro y defender a nuestros clientes”, advierte.
En cuanto al panorama general de amenazas, en los últimos meses se ha observado un aumento de los ataques tanto oportunistas como selectivos, y de las campañas de ‘spear phishing’, en particular, que suponen un importante reto ya que se dirigen a usuarios con consejos falsos relacionados con el coronavirus. Kaspersky ha observado un crecimiento del 43% en este tipo de ataques entre enero y marzo de 2020.