OPINIÓN

¿Por qué las cleanrooms son esenciales para una ciberrecuperación eficaz?



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Que papel juega la cleanroom o sala blanca para detectar ciberataques y propiciar la recuperación de la información

Publicado el 9 ene 2025

David Sanz

Senior Customer Experience Director para el Sur de EMEA de Commvault



cleanroom

Que es un cleamroom o sala blanca

Las salas blancas o cleanrooms, también conocidas como entornos de recuperación aislados (IRE), son tecnologías seguras y fiables diseñadas para evitar la contaminación de datos, el acceso no autorizado o la introducción de códigos maliciosos. Son espacios seguros y separados, aislados del software o hardware infectado, y se están convirtiendo en un elemento esencial para evitar daños en los dispositivos de almacenamiento o en la integridad de los datos recuperados como resultado de una brecha.

Son los más utilizados por las organizaciones que requieren un control estricto de sus procesos de protección y recuperación de datos. Entre dichas organizaciones se encuentran organismos gubernamentales y de defensa, empresas de ciberseguridad y los sectores financiero, aeroespacial y sanitario, entre otros, en los que el impacto de un ciberataque puede ser especialmente perjudicial.

¿Cómo garantiza la seguridad el cleanroom?

En la práctica, las salas blancas desempeñan un papel crucial a la hora de garantizar la seguridad, mantener la integridad de los datos, proteger la propiedad intelectual y garantizar que los usuarios cumplan las normativas del sector. Sin embargo, el concepto de cleanroom es algo más que un espacio físico seguro: es un enfoque integral de la ciberseguridad y la recuperación, que abarca un entorno seguro e independiente. Funcionan independientemente de las redes de producción y dependen también de una planificación meticulosa, procesos establecidos, mejores prácticas, pruebas y procesos bien definidos.

En la práctica, las salas blancas desempeñan un papel crucial a la hora de garantizar la seguridad, mantener la integridad de los datos, proteger la propiedad intelectual y garantizar que los usuarios cumplan las normativas del sector

DAVID SANZ, COMMVAULT

El valor de la tecnología de cleanrooms reside en reunir capacidades importantes en un todo cohesionado y eficaz. Para comprender plenamente el papel de una sala blanca, es importante entender primero los riesgos que ayudan a mitigar. Los ciberataques han aumentado drásticamente en los últimos años y suponen una grave amenaza para organizaciones de todos los sectores, a menudo con consecuencias devastadoras que pueden incluir importantes pérdidas económicas y daños a la reputación a largo plazo.

En este contexto, las cleanrooms pueden aplicarse a la ciberrecuperación, donde los ataques maliciosos requieren un proceso más complejo para identificar, aislar y erradicar las amenazas.

Casos de uso diversos de cleanroom

La recuperación en cleanroom suele aplicarse en diversos escenarios en los que los métodos estándar de recuperación de datos resultan inadecuados. Por ejemplo, si un empleado borra accidentalmente un archivo o se produce un error en el sistema, como en el incidente de CrowdStrike, una sala blanca permite la recuperación operativa, proporcionando acceso a la copia limpia más reciente de los datos y acelerando los tiempos de recuperación. En un escenario de recuperación ante desastres en el que los dispositivos de almacenamiento sufren daños físicos debido a la entrada de agua, fuego, impacto físico o defectos de fabricación, un entorno de cleanroom controlado garantiza que el proceso de recuperación pueda continuar sin riesgo de daños adicionales al hardware o a los datos asociados.

Del mismo modo, cuando los dispositivos están expuestos a contaminantes como polvo, suciedad o partículas microscópicas, por ejemplo en entornos industriales o de laboratorio, puede ser necesario recurrir a la recuperación en sala blanca para evitar la pérdida de datos y devolver la plena funcionalidad a los sistemas.

En situaciones en las que los métodos estándar de recuperación de datos son inadecuados, como ataques de ransomware, filtraciones de datos a gran escala o infecciones de malware en todo el sistema, la recuperación en cleanroom también ofrece un enfoque especializado que puede aislar los sistemas comprometidos, garantizar la integridad de los datos recuperados y proporcionar un entorno seguro para devolver los sistemas a la producción de forma segura. Asimismo, proporciona un espacio para realizar pruebas antes de un ataque y análisis forenses seguros después del mismo.

Cumplimiento de directivas de seguridad

Estas capacidades son especialmente importantes para los sectores industriales altamente sensibles o regulados, en los que la recuperación eficaz de datos no sólo es una capacidad de misión crítica, sino que también está sujeta a normas de cumplimiento. Al garantizar que la información crítica pueda recuperarse de forma segura, las salas blancas ayudan a las organizaciones a cumplir sus obligaciones en materia de privacidad, seguridad e integridad de los datos. En situaciones en las que las filtraciones de datos y la pérdida de información sensible pueden acarrear graves consecuencias legales y financieras, es fundamental emplear controles y protocolos estrictos para proteger la confidencialidad e integridad de los datos recuperados.

Esto significa que la recuperación en cleanroom también respalda el cumplimiento de directivas de ciberseguridad, como NIS2, y normativas específicas del sector, como HIPAA en el sector sanitario, PCI DSS en el sector de las tarjetas de pago o DORA en el sector de los servicios financieros. Estas normativas exigen que las organizaciones apliquen medidas adecuadas para proteger los datos sensibles, incluidos procesos seguros de recuperación de datos.

¿Cómo funciona la recuperación en cleanroom?

Ante estos retos, las organizaciones implantan salas blancas para protegerse de los riesgos de una brecha y maximizar su capacidad de recuperación en caso de que se produzca un ataque. El uso de tecnologías de cleanroom para la recuperación debe basarse en un proceso sistemático y meticuloso en un entorno seguro y controlado.

El proceso de recuperación comienza con la identificación de la naturaleza y el alcance de la violación de datos y el aislamiento de los sistemas o dispositivos afectados de la red de producción para evitar su propagación. Una vez asegurados los sistemas comprometidos, los datos se transfieren al entorno de cleanroom utilizando canales cifrados para mantener la confidencialidad y la integridad. En la sala blanca, los datos comprometidos se analizan a fondo para determinar el alcance de la brecha, identificar los sistemas comprometidos y evaluar cualquier vulnerabilidad que pueda haber contribuido al ataque.

A continuación, se restauran copias de seguridad limpias o copias no afectadas de los datos en la cleanroom, garantizando que la información recuperada esté libre de cualquier malware o código malicioso. Los datos restaurados se someten a rigurosas comprobaciones de validación e integridad para garantizar su exactitud y utilidad. Esto implica verificar la coherencia, ejecutar sumas de comprobación y comparar los datos con copias buenas conocidas para confirmar su autenticidad. Para salvaguardar el entorno, se aplican medidas de seguridad adicionales, como el parcheado de vulnerabilidades y la mejora de los controles de acceso.

Tras la recuperación, se comprueba la funcionalidad, el rendimiento y la fiabilidad de los sistemas y datos restaurados. Una vez que el entorno de la sala blanca es seguro y los datos están validados, puede planificarse y ejecutarse cuidadosamente la transición de vuelta al entorno de producción. Esta parte del proceso también garantiza el mínimo riesgo o interrupción de las operaciones en curso.

Los procesos de recuperación eficaces también dependen de controles y protocolos estrictos que mantengan la integridad y seguridad de los datos recuperados. Esto incluye la adhesión a las mejores prácticas del sector, la utilización de tecnologías de seguridad avanzadas y la realización de auditorías y evaluaciones periódicas para garantizar el cumplimiento de la normativa sobre protección de datos.

Futuro de las salas blancas

De cara al futuro, las soluciones de cleanroom seguirán evolucionando a medida que la IA, el ML y las tecnologías en la nube amplíen su alcance y aporten nuevas capacidades al mercado. Por ejemplo, la IA se está utilizando para analizar patrones, identificar posibles problemas y automatizar ciertos aspectos del proceso de recuperación, mejorando la eficiencia y la precisión. La capacidad de recuperar datos directamente desde entornos en la nube ayudará a las organizaciones a minimizar el tiempo de inactividad mientras se agiliza el proceso de recuperación. Además, mantiene los costes bajos, ya que las salas limpias pueden ponerse en marcha cuando sea necesario y cerrarse una vez finalizada la recuperación o las pruebas, y las organizaciones solo pagan por lo que utilizan.

Para las empresas que se enfrentan a riesgos de ciberseguridad y protección de datos cada vez más complejos y peligrosos, las cleanrooms seguirán desempeñando un papel vital en el proceso de recuperación. Además de proporcionar capacidades eficaces de protección y recuperación, también aportan una importante capa adicional de confianza en que los datos valiosos pueden protegerse eficazmente incluso si se vulneran las defensas del perímetro.

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