Estamos definitivamente en el inicio de una nueva revolución tecnológica, un momento de inflexión que producirá cambios importantes en nuestra sociedad y economía, cambios que se gestarán durante la próxima década y que transformarán la forma de desarrollar el trabajo y las profesiones, la ciencia, las comunicaciones, impulsará nuevos liderazgos empresariales y alterarán el equilibrio socioeconómico.
La inteligencia artificial ha pasado a ser portada de las noticias y objeto de debate en la sociedad.
Se observa un creciente interés en los comités de dirección acerca del posible impacto en términos de productividad, nuevas oportunidades y riesgos. ¿Estamos realmente preparados para capturar todo el potencial que nos augura la IA?
“Se observa un creciente interés en los comités de dirección acerca del posible impacto en términos de productividad, nuevas oportunidades y riesgos”
Por el momento, en muchos casos, hemos empezado un proceso de pruebas sobre la tecnología.
Intentamos comprender su encaje dentro del ecosistema de nuestros sistemas y procesos, con el objetivo de atrapar beneficios rápidos: potenciando la productividad individual de los empleados; acelerando el proceso de definición de nuevos servicios o mejorando la toma de decisión mediante análisis de datos avanzados.
Los primeros beneficios del uso de la inteligencia artificial ya están aflorando, y el cambio sigue incrementando su ritmo.
El potencial completo de la IA
Nos encontramos justo en el inicio del proceso de aprendizaje de cómo sintetizar el conocimiento, el componente disruptivo de la inteligencia artificial, de la misma forma que el dato fue el componente principal en el proceso de digitalización.
Y este es el principal reto, definir una estrategia, más allá del desarrollo de casos de uso, que nos permita aprovechar el máximo valor. El contexto en el que nos encontramos está caracterizado por:
– La inteligencia artificial generativa no solo suma capacidades, sino que es un componente completamente nuevo.
Mientras que la IA predictiva dinamiza procesos de detección, operación y análisis, la IA generativa amplía significativamente el alcance de las tareas de conocimiento, permitiendo la creación, el diseño, la empatía, la conversación y la síntesis, proporcionando así un valor integral y diferenciador.
El principal reto de la IA es definir una estrategia, más allá del desarrollo de casos de uso, que nos permita aprovechar el máximo valor
– Los casos de uso de aplicación de la inteligencia artificial han aumentado de forma exponencial. La aplicación del conocimiento para la automatización de tareas implica que podemos encontrar casos de uso en todas las funciones de una organización, a lo largo de todos los pasos de la cadena de valor, y afectando a todos los participantes.
– El cambio en el paradigma de la ingeniería del software, desde los procesos de análisis de datos, el desarrollo de código y el diseño de arquitecturas, modificará la industria de forma significativa.
Es difícil comprender el potencial completo de esta revolución, pero podemos adivinar que solo estamos en el inicio de una nueva industria que deberá afrontar el reto de la constante evolución.
El proceso de madurez de la tecnología nos llevará primero por un estadio operativo donde ganar escala, aprender a gestionar la ética, así como los requerimientos de su gobierno; y finalmente un estadio de industrialización que puede ser agresiva por la disrupción en la componente de velocidad y escala que pueden aportar la nuevas tecnologías adyacentes.
