Tras la creación de Facebook como la primera grandes redes sociales, estas plataformas han evolucionado considerablemente hasta volverse una parte imprescindible de nuestro día a día. Más allá de su diseño pensado para “crear adictos”, según las palabras del cofundador y expresidente de Facebook, Sean Parker, el tiempo de ocio que consumimos dentro de las redes sociales se ha integrado de forma tan perfecta en nuestra rutina, que ya es casi impensable la posibilidad de volver a los tiempos anteriores a la invención de estas plataformas.
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Las nuevas funciones de las redes sociales
Cada vez las redes sociales son más completas e incluyen poco a poco más utilidades, lo que ha llevado a un punto donde el rasgo diferencial entre ellas es cada vez menor. Por ejemplo, la gran mayoría ya permiten la emisión de videos en streaming, realización de llamadas o la creación de publicaciones diarias efímeras. Sin embargo, ahora sus usos van más allá del tiempo libre y pueden emplearse desde para buscar casa hasta oportunidades laborales, otorgando innovadoras formas de realizar networking y publicar ofertas laborales. También la vertiente de las compras es cada vez más visible, haciendo que sea más fácil comprar y pedir productos online.
Las plataformas se reconvierten
Un atisbo de cuál puede ser el camino que seguirá la evolución del sector es la reciente noticia sobre la reconversión de Twitter en la ahora conocida como X. Una plataforma que ha venido para borrar toda seña de identidad del antiguo pájaro azul y que aborda mucho más que hilos de mensajes con un límite de palabras. Según el planteamiento de Elon Musk, X tiene el propósito de ser una ‘superapp’ o aplicación para todo, es decir, una plataforma “centrada en audio, vídeo, mensajería y pagos“.
Redes sociales como plataformas de pago
Esto significa que ya no solo las relaciones sociales se gestionan aquí dentro, ahora también las actividades financieras de los usuarios, así como las laborales. Siguiendo el ejemplo de la china WeChat, Musk incorpora nuevas funcionalidades a su plataforma como medios de pago, servicios de mensajería, escaparates de comercio electrónico y herramientas de telecomunicaciones. También ha anunciado que X permitirá buscar y ofrecer empleo, por lo que tendrá acceso al historial académico y trayectoria profesional de los usuarios.
X marca el futuro que pasa por las superapps
Todavía es pronto para confirmar si las superapps están cerca de ser una realidad o quedarán como un caso aislado en países punteros como China. De hecho, la legislación puede ser otro aspecto decisivo para frenar su inminente evolución, ya que realizar todas estas tareas requiere del acceso y recopilación de grandes cantidades de información privada de los perfiles, que cada vez está siendo más controlada por los gobiernos internacionales. También la acogida de los usuarios puede ser otro problema para X, ya que todavía muchos adeptos siguen recelosos de la dirección que ha tomado su querida Twitter en manos de Musk desde que se hizo con ella a finales de 2022.
Sin embargo, este tipo de cambios nos plantean cuestiones como: ¿es esto una herramienta útil para la sociedad o es tan solo uno de los muchos caprichos empresariales de Musk? Todavía es pronto para predecir la repercusión que tendrá X, incluso podemos decir que el futuro de las redes sociales es todavía un misterio. No obstante, observando su ritmo frenético de cambios y evolución, no tardaremos en descubrirlo.
