En el reciente estudio sobre ‘Outsourcing TIC en España’, realizado por Whitelane Research y Quint, se evidencia claramente una necesidad de evolución. La dificultad de acceso al talento, la búsqueda de la transformación del negocio y de la innovación son las razones que ganan más peso a la hora de externalizar la tecnología.
Las empresas aplican la innovación a la búsqueda de nuevos modelos que pueden basarse en diferentes factores como son la mejora de la eficiencia, y la transformación de sus modelos actuales o disruptivos que les permiten explorar nuevos negocios a la estela del cambio tecnológico que se está viviendo.
La innovación en la creación de procesos eficientes se concreta en la aplicación de la tecnología, que va sustituyendo poco a poco a la ejecución tradicional de los procesos, ya sea en el análisis de la información de cara a sacar conclusiones de negocio (analytics), en la aplicación de robots para la ejecución de tareas más repetitivas y de menor valor (Robotic Process Automation), así como en el uso de capacidades de Inteligencia Artificial para la relación con los clientes o procesar información no estructurada, lenguaje natural, imágenes, etc.
La estrategia de externalización se mantiene (el 80% de los encuestados mantendrán o aumentarán sus niveles de outsourcing), pero el alcance de estos servicios está en permanente evolución.
Con una visión internacional, se puede afirmar que los servicios en los que los clientes buscaban servicios estandarizados de bajo coste están comenzando a descender. Las empresas, y unos departamentos de TI cada vez más estratégicos, buscan proveedores, esta vez socios reales, en el desarrollo de sus capacidades digitales y adaptarse, si no liderar, a los cambios en el negocio.
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