Poco a poco la vida cotidiana recupera su ritmo y las empresas dan la bienvenida de nuevo a su rutina laboral tras un verano de reflexión. Este nuevo curso no solo implica el comienzo de un nuevo ciclo de actividad sino que además supone un recordatorio de la importancia de adaptarse en el mundo empresarial, teniendo en cuenta el contexto de la actual situación económica.
En España, según datos del Instituto Nacional de Estadística, el PIB español registró una variación del 0,4% en el segundo trimestre de 2023, dos décimas por debajo del primer trimestre en el que se recuperaron las cifras prepandemia, mientras que la inflación acumulada de 2023 es del 2,3%.
Los efectos económicos de la pandemia COVID-19 han estado presentes desde el año 2020 y su impacto en la actividad económica supone un desafío sin precedentes. A esto debemos sumarle la invasión rusa de Ucrania que ha afectado a la evolución de los precios, el sector de la energía y el mercado internacional, entre otros muchos aspectos.
La pandemia, en especial, nos dio varias lecciones que las empresas no deben olvidar. Una de las más destacadas fue el valor de la digitalización y la tecnología en la supervivencia y el éxito empresarial, donde las compañías que habían avanzado en su proceso de digitalización lograron enfrentar los desafíos del confinamiento.
Ahora, con la inminente llegada de septiembre debemos reflexionar sobre las prioridades que los ejecutivos tecnológicos de las empresas deben abordar para seguir compitiendo en un panorama económico incierto. De acuerdo a la reciente investigación realizada por Gartner (The Voice of CIO research) las 5 principales prioridades son crecimiento, en un 23% de los ejecutivos encuestados, optimización de costes (17%), transformación digital (16%), experiencia de usuario y cliente (16%) y modernización tecnológica (15%).
La digitalización por tanto ya no es una opción, sino que se convierte en una vía necesaria para crear una ventaja competitiva frente al resto de empresas. En ese sentido, áreas como la modernización de aplicaciones que permita mayor rapidez y flexibilidad para lanzar nuevos productos digitales y desarrollar nuevos mercados, la analítica avanzada de datos, que permite que las compañías sean data-driven al 100%, anticipando decisiones con gran impacto en negocio, generando de conocimiento del comportamiento del cliente para maximizar su rentabilidad, etc.., la optimización de procesos financieros, logísticos, comerciales y de operaciones, que permita una mejora y simplificación radical de tiempos de ejecución y costes, la inteligencia artificial generativa, con su impacto tremendo en la productividad de los empleados, y la observabilidad que permite asegurar máxima disponibilidad de aplicaciones y sistemas ligados a negocio, emergen como pilares esenciales para el éxito continuado.
Y no estamos hablando de nuevos Hypes que aparecen en el mercado cada cierto tiempo, nos estamos refiriendo a verdaderos game changers para cada empresa en los sectores en los que operan. Es el momento para actuar, o será demasiado tarde, y en este periodo de vuelta de vacaciones es el momento único para identificar y priorizar qué casos de uso concretos pueden generar valor para las empresas y ponerlos en marcha. Los costes y requisitos técnicos para abordar estas transformaciones no son tan grandes cuando los comparas con no hacer nada, porque ya hay competidores de tu negocio, más ágiles y digitales que están atacando tu mercado y tus clientes. Es cuestión de supervivencia
Por último, la tecnología sostenible emerge como un requisito adicional mandatorio para las empresas actuales. Según las previsiones de Gartner, en 2025 el 50% de los CIO contarán con indicadores de rendimiento vinculados a la sostenibilidad del Departamento de Tecnología de la Información. La tecnología sostenible no solo implica la reducción de la huella de carbono, sino también la innovación en la producción y el consumo responsables. Implica seleccionar las herramientas y proveedores adecuados para obtener el máximo rendimiento con los recursos mínimos; ofrecer transparencia en cuanto al abastecimiento y las prácticas comerciales; mejorar la eficiencia energética y de materiales, reducir las emisiones y aplicar unas prácticas laborales justas; o proporcionar un prisma a través del cual suministrar productos y servicios que ayuden a los clientes a cumplir sus propios objetivos de sostenibilidad.
Sin duda el mundo empresarial está en constante cambio e integrar las tendencias tecnológicas no solo supone una ventaja sobre la competencia sino que es una necesidad para mantenerse en el sector. Con la llegada del nuevo curso, las empresas tienen la oportunidad de iniciar esta travesía hacia el futuro y comprender que solo aquellas que se mantengan a la vanguardia y adopten las nuevas tendencias del mercado, serán capaces de mejorar sus procesos, ofrecer soluciones innovadoras y enfrentar el futuro con éxito.