La inteligencia artificial va a tener tal impacto en la economía global y en el sector tecnológico en los próximos años que todos nos vemos obligados a reflexionar sobre cómo adaptarnos a esta nueva realidad. Decía Mark Hurd, CEO de Oracle, en la última edición de OpenWorld, que el 60% de los trabajos de TI del año 2025 no han sido inventados todavía. Sin aventurar un porcentaje, algo similar podría decirse de los modelos de negocio: vamos a ver cambios profundos en los modelos de gestión de las empresas, en las fuentes de ingresos, en los procesos operativos, en la logística, en las relaciones con proveedores y clientes…
Podemos afirmar que hoy la inteligencia artificial está redefiniendo el concepto de ‘transformación digital’. Los procesos de transformación se sustentan en aplicaciones y sistemas tecnológicos que, dotados -por ejemplo- de capacidades de aprendizaje automático, ponen en valor los datos de los que dispone la organización.
Con el objetivo de aprovechar las ventajas de la inteligencia artificial, las empresas van a seguir invirtiendo en tecnología. Estas inversiones encaminadas a renovar los sistemas de gestión (buena parte de los sistemas ERP en funcionamiento tienen más de 20 años de antigüedad) o a realizar proyectos específicos de innovación en marketing o ventas, deberán estar correctamente dirigidas. La tecnología que sustentará la transformación digital en los próximos años debe cumplir con una serie de requisitos, que componen las características de la nube de segunda generación.
En 2025 las aplicaciones nativas cloud dispondrán de IA embebida
Índice de temas
Rápido despliegue
La mayor parte de los proyectos más innovadores estarán sustentados en aplicaciones y servicios cloud. Para facilitar estos despliegues, Oracle pone a disposición de sus clientes propuestas tecnológicas para la migración de sus aplicaciones actuales, así como propuestas comerciales que les permiten proteger sus inversiones o soluciones innovadoras para aprovechar las ventajas de la nube en sus propios centros de datos (Cloud at Customer).
Foco en la seguridad
La segunda generación de infraestructura cloud representa, en esencia, una nueva arquitectura en la que los servidores de gestión de los sistemas están separados de los servidores que contienen los datos y aplicaciones de los clientes. De esta forma, los datos críticos están mucho mejor protegidos. Además, esta tecnología cloud utiliza también la inteligencia artificial como método de protección. En un tiempo en el que el cibercrimen hace uso de los instrumentos más avanzados y sofisticados para la ejecución de sus ataques, la nube de segunda generación implementa aprendizaje automático en forma de robots autónomos que encuentran y combaten, sin intervención humana, los ataques maliciosos.
Software autónomo
La base de datos autónoma de Oracle cuenta con capacidades de machine learning para la autoconfiguración y ajuste automático. Oracle Autonomous Database Cloud no solo facilita la operación de base de datos para que pueda concentrarse en tareas de mayor valor y dirigir sus esfuerzos hacia nuevas oportunidades de monetización de datos, sino que aumenta el rendimiento y la confiabilidad, eliminando los errores humanos. Adicionalmente se actualiza e instala parches automáticamente sin dejar de operar lo que añade una capa adicional de seguridad.
Integración de la inteligencia artificial en todas las aplicaciones
La tecnología que hace funcionar la infraestructura de forma autónoma se puede aplicar también a las aplicaciones. De hecho, en 2025 todas las aplicaciones nativas cloud dispondrán de Inteligencia artificial embebida. Esto, unido a la incorporación de tecnologías disruptivas (reconocimiento de voz y lenguaje natural para asistentes digitales o blockchain, por ejemplo) y a la fácil integración de las aplicaciones con los servicios de plataforma, es uno de los pilares de los proyectos de negocio innovadores. Estas características de la infraestructura, la plataforma y las aplicaciones componen el marco sobre el que se sustentarán los procesos de transformación digital de los próximos años. Sin duda un periodo de tiempo excitante en el que la innovación será el atributo principal de las organizaciones de éxito.