Al reflexionar sobre las tendencias principales en el sector de las Tecnologías de la Información, hay una que destaca sobre todas las demás. La Inteligencia Artificial, que durante años ha sido un coto privado de investigadores, universidades, científicos de datos y algunos experimentos en grandes empresas, está en estos momentos avanzando como una tecnología disruptiva y disponible para compañías de todos los tamaños.
¿Qué es lo que está sucediendo? ¿Por qué los directivos empresariales están volviendo su mirada hacia la Inteligencia Artificial y el Machine Learning justamente ahora y los están poniendo en la primera línea de sus proyectos de transformación digital?
La razón principal se encuentra en la capacidad actual de la tecnología, que se ha hecho muy visible gracias a casos como el de Alpha Zero, que en diciembre de 2017 necesitó solo 24 horas para alcanzar el máximo nivel en los juegos de Ajedrez, Shogi y Go, aprendiendo a jugar por sí misma, sin intervención humana más allá de la introducción de las reglas, y batiendo a los mejores programas existentes hasta el momento (Stockfish, Elmo y AlphaGo Zero, respectivamente).
Al mismo tiempo, las soluciones basadas en la Inteligencia Artificial han sido capaces de encontrar modelos de uso cotidiano muy atractivos para el consumidor, como son los nuevos canales de comunicación basados en el lenguaje hablado.
El siguiente paso lógico es aprovechar todas estas nuevas capacidades en la innovación y optimización de los procesos empresariales, de forma que actualmente la Inteligencia Artificial se empieza a integrar de manera natural en la estrategia de la empresa.
Ya no se trata solo de los grandes proyectos vistosos -es evidente que la mayor parte de las compañías no tienen el perfil inversor y tecnológico para desarrollar vehículos autónomos- sino de aplicar estas herramientas en actividades cotidianas de todo tipo de organizaciones y transformarlas.
Algunos de los principales casos de uso de aplicación de la Inteligencia Artificial en la empresa con los que nos encontramos son los siguientes:
• Mejora en el uso de la información disponible internamente, en los sistemas informacionales y/o en los sistemas Big Data. Ejemplos de esta aplicación los encontramos en la mejora de los scorings de riesgo en los sistemas financieros, o en la detección de fraude en tiempo real.
• Aplicaciones empresariales inteligentes para mejorar los procesos de toma de decisiones. Por ejemplo, para mejorar el targeting de las campañas digitales, recomendar candidatos a un puesto de trabajo o para la planificación inteligente de transporte y logística.
• Interacción con el cliente: los chatbots dotados con capacidades IA prometen utilizar el canal de mensajería habitual de los clientes como aplicación universal para la interacción automática con la empresa.
• Automatización de procesos, o RPA (Robotic Process Automation), que permite eliminar la pesada carga manual que implican determinadas tareas o procesos completos del negocio.
• Gestión automática de sistemas, como las bases de datos o la ciberseguridad.
• Nueva generación de gestión de la información, incorporando las capacidades de tecnologías como Blockchain o IoT.
Las soluciones basadas en la inteligencia artificial han sido capaces de encontrar modelos de uso cotidiano muy atractivos para el consumidor
Estos escenarios parecen complicados. Pero la buena noticia para los directivos empresariales es que no tienen que preocuparse demasiado por la tecnología que los sustenta. Las empresas del sector tecnológico, con Oracle a la cabeza, hemos decidido asumir esa complejidad. La tendencia hoy es que las capacidades de Inteligencia Artificial estén ya embebidas en las aplicaciones y servicios de plataforma de una forma discreta, creando un marco tecnológico altamente disponible en la nube. Es un sistema mucho más democrático, donde las aplicaciones y servicios son accesibles para empresas de todos los tamaños, que no requiere de grandes inversiones, ni contar con un gran departamento de especialistas en TI, y cuyo coste es variable en función del uso real.
De esta forma, los ejecutivos pueden aprovechar todo el valor de la transformación digital centrándose en el diseño de nuevos conceptos, en su modelo de negocio y en el desarrollo de sus ventajas competitivas en el mercado.
