Según afirma Moisés Camarero, director general de Grupo Compusof, hace tan sólo unas décadas se decía que la economía eran hechos y presunciones futuras. Ahora más bien parece que la economía se compone y se nutre, simple y llanamente, de datos. Para algunos esta realidad deshumaniza al mundo de los negocios pero, en su opinión, esto abre un enorme espacio de nuevas oportunidades.
Para el directivo, en la actualidad, la mayoría de las organizaciones viven una vorágine de cambios en la que cada vez es más difícil tomar decisiones, en parte debido a algunos hechos consustanciales. En primer lugar, la crisis ha generado algunas dificultades en cuanto a los ingresos, sin olvidarnos de tomar en consideración las lógicas restricciones de gastos y recursos. Por si esto pudiera parecer poco, el entorno normativo es aún más complejo que antes, y las redes sociales generan una cantidad de datos, posibilidades y cambios en la relación con los clientes -o los ciudadanos- que aún nadie sabe cómo gestionar de forma óptima.
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