La disrupción permanente

Roberto Sánchez, Secretario de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales.

Publicado el 10 Feb 2021

Roberto Sánchez, Secretario de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales

2020 ha sido el año en el que se aglutinaron todas las competencias relevantes para impulsar y coordinar la transformación digital de nuestro país en un solo departamento, el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, al que además se le dio el rango de Vicepresidencia Tercera al incorporar uno de los ejes centrales de la política del Gobierno. Dentro del nuevo ministerio se adscribió la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales.

Las telecomunicaciones y las infraestructuras digitales son el elemento imprescindible para la digitalización del país. Sin ellas, el espacio digital no es posible. Nuestra vocación, nuestros objetivos y nuestro quehacer diario desde la Secretaría de Estado son garantizar la capacidad, la calidad, la seguridad y la resiliencia de las infraestructuras digitales. También su disponibilidad para toda la ciudadanía y para todas las empresas en todo el territorio. Esta labor, que ya era necesaria antes de la emergencia de la crisis sanitaria, ahora se ha revelado como imprescindible.

Nuestras redes e infraestructuras digitales se han mostrado como un pilar central de nuestra resiliencia social y económica. El 16 de marzo de 2020, el primer día de un confinamiento casi absoluto de la población en sus hogares, las infraestructuras de conectividad del país experimentaron un incremento de tráfico de voz y datos superior al 80% sin registrarse incidentes relevantes. En pocas horas se trasladaron a las redes la vida laboral, educativa, personal y un sinfín de actividades que hasta la semana anterior se habían desarrollado en un entorno presencial.

El logro alcanzado no fue fortuito, sino el resultado de una labor intensa de colaboración público-privada que ha estado desarrollándose durante años, intensificada en los últimos dos años, y que aún continúa. Por una parte, confluyó un dinámico sector de las telecomunicaciones con una regulación que favoreció el desarrollo para el clima inversor. Por otra, la Administración estableció un marco de protección del consumidor adecuado para la adopción de los servicios, así como apoyo financiero al despliegue de redes, lo que permitió impulsar la extensión de la cobertura en las áreas donde había fallos de mercado.

España Digital

España estaba ya preparando su estrategia digital para los próximos cinco años cuando estalló la pandemia, como anunció la vicepresidenta tercera en su comparecencia de inicio de legislatura ante el Congreso. La crisis sanitaria solo evidenció aún más la necesidad de contar con una nueva agenda digital para España y puso de manifiesto los retos que había que abordar. La estrategia ‘España Digital 2025’, que se presentó en julio, apuesta por un proceso de transformación digital que no solo favorezca la productividad y el crecimiento económico, sino que lo haga de modo inclusivo y sostenible.

El 16 de marzo de 2020 las infraestructuras de conectividad del país experimentaron un incremento de tráfico de voz y datos superior al 80% sin registrarse incidentes relevantes

España Digital 2025 tiene como sus dos primeros ejes de actuación la extensión de la conectividad y el impulso al despliegue de la tecnología 5G. Sendos ámbitos de actuación están alineados con la ‘Estrategia Anual de Crecimiento Sostenible 2021’. La Comisión Europea ha señalado la extensión de la conectividad y la tecnología 5G como iniciativas bandera de la Unión para los próximos años.

El Fondo de Recuperación y Resiliencia de la Unión Europea se presenta como la gran oportunidad para que el continente avance hacia la ‘Sociedad del Gigabit’. En el caso de España, se estima dedicar más de 3.500 millones de euros en los próximos tres años para seguir extendiendo la huella de la conectividad de alta velocidad en España e impulsar la tecnología 5G. España Digital 2025 y sus planes de desarrollo marcan el camino para alcanzar dos ambiciosos objetivos en 2025: garantizar la cobertura de redes de 100 Mbps para el 100% de la población y el 75% de cobertura 5G.

La pandemia también ha puesto de manifiesto aquellos aspectos en los que es necesario avanzar, que antes eran prioritarios y ahora son, además, urgentes. Hemos vislumbrado el riesgo de que parte de nuestra ciudadanía y empresas queden al margen de los beneficios de la digitalización. Nuestro objetivo es que lleguemos juntos y rápido a una sociedad y a una economía que ya son digitales, donde todas las personas tengan las mismas oportunidades, sean más inclusivas y que contribuyan a un futuro más próspero.

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Redacción Computing

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