En los últimos tiempos hemos sido testigos de un incremento de la demanda de conectividad que, lejos de moderarse, aún seguirá aumentando sustancialmente en los próximos años, hasta el punto en que se espera que se multiplique por cuatro en 2025 respecto a los niveles actuales.
Este incremento conllevará una serie de retos y desafíos, comenzando por los requisitos de densificación, que habrá de ser muy superior a la actual, ante lo cual el mobiliario urbano está llamado a desempeñar un papel de vital importancia.
Frente a semejante desafío, tanto la Unión Europea (UE) como la nueva Ley General de Telecomunicaciones (LGT) son proclives a que los ayuntamientos pongan este tipo de infraestructuras a disposición de los operadores sin tasas, coste o necesidad de licencias; es decir, bastaría una declaración responsable que agilizaría enormemente el proceso.
Se busca, por tanto, consolidar una visión a largo plazo que evite hipotecar los despliegues actuales y futuros pensando en soluciones que permitan el crecimiento, la escalabilidad y la incorporación de nuevos servicios, todo ello a la vez que se minimice su impacto.
¿Qué papel juegan en todo esto los operadores de infraestructuras de telecomunicaciones? El objetivo de compañías como Vantage Towers es dotar a las ciudades de infraestructuras que permitan dar respuesta a esta demanda de conectividad sin renunciar a su desarrollo sostenible. Y es en este punto donde entra en juego ese mobiliario urbano llamado a adquirir nuevas funcionalidades, me atrevo a decir, tan importantes como las que hasta ahora ha venido desempeñando.
La gama de elementos del mobiliario urbano susceptibles de contribuir a la mejora de la conectividad puede llegar hasta donde alance la imaginación, si bien ya estamos asistiendo al alumbramiento de avances reales en piezas como farolas, contenedores de basura, paneles de publicidad, paradas de autobús o señales de tráfico.
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Farolas inteligentes, proyecto The Humble Lamppost
En el primero de estos casos, las posibilidades son tan elevadas como lo es el número de farolas que hoy en día iluminan las calles europeas: alrededor de 60 millones. En la actualidad, podemos dar cuenta de iniciativas a nivel comunitario como el proyecto The Humble Lamppost, que nace del European Innovation Partnership on Smart Cities & Communities (EIP-SCC), y que está trabajando para renovar 10 millones de farolas con luminarias LED de bajo consumo energético.
Qué son las farolas inteligentes, qué importancia tienen
Este sistema de farolas inteligentes (Smart Lamp Poles) no solo supondrá una reducción considerable de los costes energéticos – de entre el 50% y el 75%-; también contribuirá a reducir las emisiones de CO2 ofreciendo la posibilidad de alojar sensores, cámaras, WIFI, recarga de vehículo eléctrico y otros casos de uso. E, igualmente, permitirá alojar redes 5G tanto públicas como privadas, habilitando así la movilidad conectada.
La idoneidad de esta solución radica, entre otros aspectos, en que favorece el despliegue de la conectividad en áreas como parques, cascos históricos y otras zonas urbanas donde las torres tradicionales no están permitidas y en las que se requiere una altura de hasta 10 metros para una antena. Sin pasar por alto otra necesidad como la de poder desplegar más dispositivos, en línea con esa creciente demanda de conectividad.
Contenedores inteligentes
Pero, como decía, las posibilidades van más allá. Ya existen contenedores inteligentes -los llamados Smart Waste Containers-, equipados con alimentación solar y sistema de sensores para la generación de reportes diarios sobre el estado de llenado, entre otras aplicaciones, capaces de empaquetar automáticamente la basura para reducir espacio. Del mismo modo, estos contenedores posibilitan un reciclaje sencillo, no generan impacto visual y pueden, incluso, incorporar publicidad. Y, siguiendo con el caso que nos ocupa, constituyen igualmente una infraestructura capaz de albergar equipos de telecomunicaciones. Se trata, de nuevo, de una solución idónea para el despliegue de red en zonas donde no es posible instalar una torre de otro tipo.
Marquesinas inteligentes
A pie de calle, pero también en entornos interiores como tiendas, las marquesinas de publicidad de comercios -Smart CellSign- constituyen otra de las soluciones más prometedoras para mejorar la cobertura y capacidad necesarias para el despliegue de las redes móviles 4G y 5G. Y, como sucede con el resto de las soluciones descritas, ésta también es susceptible de incorporar ciertas características propias que amplían sus funcionalidades. Por ejemplo, sistemas de gestión térmica para la regulación de la temperatura, o elementos de branding customizables.
Todos estos ejemplos ponen de relieve las distintas formas en que las soluciones de mobiliario urbano nos van a permitir seguir prestando conectividad sin necesidad de alterar la configuración de nuestras ciudades y entornos. Más aún, este despliegue será posible evitando molestias innecesarias al ciudadano a la vez que dotamos de una nueva vida a elementos tan integrados en nuestro día a día como una farola o una papelera.
