El libre acceso a determinada información pública es una oportunidad para que ciudadanos y empresas puedan conocer los puntos clave que definen la marcha y evolución de un país, además de para asegurar una mayor transparencia, colaboración y participación de las instituciones. Efectivamente, hablamos de Open Data o de cómo poner a disposición de las personas información completa, de calidad y potencialmente reutilizable procedente de fuentes oficiales.
Los organismos públicos poseen una formidable riqueza de datos que puede resultar muy útil a diversos destinatarios: individuos, empresas, reutilizadores y/o infomediarios aprovechan estos datos (información social, económica, geográfica, estadística, etc.) para crear productos y servicios digitales basados en ellos. De esta forma, la Reutilización de la Información del Sector Público (RISP) constituye una materia prima importantísima para generar valor económico y social. A modo de ejemplo, y según estadísticas del Portal Europeos de Datos, la reutilización de los datos abiertos podría salvar 7.000 vidas al año o ahorrar hasta 629.000 millones de horas en las carreteras. Además, no hay que olvidar que, en España, el 60% de las empresas mantienen como clientes a las Administraciones Públicas, por lo que el impacto de los datos abiertos, especialmente en la esfera económica, es muy grande.
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España, a la cabeza en open data
Según la iniciativa de Datos Abiertos del Gobierno de España, Aporta, a día de hoy se encuentran activas 153 iniciativas distintas de Open Data en nuestro país. Tan extenso y variado ecosistema de datos abiertos favorece, entre otras, que España lidere el ranking de madurez e iniciativas de Open Data, publicado por el Portal Europeo de Datos, tanto por el número de fuentes de datos abiertos como por la calidad de las mismas.
Sin embargo, y a pesar de esta creciente difusión, los reutilizadores (ciudadanos, desarrolladores, sociólogos o periodistas, entre otros) se topan aún con importantes barreras que dificultan la reutilización y combinación de estos datos. Por un lado, la -todavía- escasa armonización entre administraciones, ineludible para asegurar el eficiente aprovechamiento de las sinergias, y, por otro, la necesaria adhesión de un mayor número de organismos. Asimismo, no hay que pasar por alto lo beneficioso que sería contar con un formato de datos estandarizado, el cual facilitase la comparación e interoperabilidad entre los distintos conjuntos de datos, y la imperiosa necesidad de asegurar que la información publicada es confiable, consistente y está actualizada.
La calidad de los datos
Los datos abiertos son esenciales para crear instituciones transparentes, responsables y eficaces, así como para garantizar el acceso público a la información. De hecho, el número de cosas que podrían salir mal si la información recogida en el origen fuese errónea o no estuviese actualizada son incontables.
Partiendo de esta base comprendemos también que, cuanto mejor estructurados y enriquecidos estén los datos desde el origen, más fácil será reutilizarlos y construir aplicaciones que puedan tratarlos automáticamente. Asimismo, cuantos más datos de calidad existan, más información y servicios podrán surgir, por lo que los beneficios obtenidos de ella serán superiores, creciendo la demanda y, por consiguiente, su mayor reutilización.
La reutilización de los datos abiertos podría salvar 7.000 vidas al año
Asegurando una óptima calidad de estos datos en el origen conseguiremos también que las herramientas que posteriormente usan estos datos normalizados y corregidos, como pueden ser sistemas de Master Data Management (MDM), Business Intelligence (BI), Sistemas de Información Geográfica (GIS), etc., ofrezcan mejores resultados.
Además de estos beneficios, las empresas refieren un amplio espectro de posibilidades ligadas, por ejemplo, al desarrollo de servicios para las ciudades inteligentes y análisis de redes sociales (Social Data), proyectos relacionados con Big Data y la disponibilidad de datos en tiempo real como las grandes oportunidades.
Los organismos públicos poseen una enorme riqueza de datos que pueden resultar muy útiles a las empresas privadas a la hora de desarrollar productos de calidad para atender las demandas del mercado actual. DEYDE como empresa reutilizadora de datos públicos siempre ha mostrado un gran interés por apoyar cualquier tipo de iniciativa encaminada a fomentar la divulgación de estos datos.
Mediante su herramienta de Calidad de Datos MyDataQ es posible unificar y optimizar todas las bases de datos, facilitando el trabajo no sólo de aquellas personas que están al cargo de la gestión de estos datos, sino también de las empresas que los reutilizan. MyDataQ es, en definitiva, la capa básica sobre la que implantar sistemas empresariales como los antes mencionados (ERP, CRM, BI o GIS) y si la base no es de calidad, los resultados no serán los más aconsejables.