Actualmente, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) son una de las principales causas del cambio climático. Tecnología digital y sostenibilidad van de la mano, y las operaciones y cadenas de valor de las empresas son una fuente importante de carbono.
De hecho, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), las empresas son responsables de cerca del 70% de las emisiones mundiales de GEI.
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Cambio climático, prioridad para las telecomunicaciones y TI
Hoy en día, el cambio climático es una prioridad absoluta para muchas empresas del sector de las telecomunicaciones y las TI.
La consideración de las cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza (ASG) es cada vez más esencial para las empresas de diversos sectores, donde prima la tecnología digital y la sostenibilidad.
Según la encuesta mundial de McKinsey sobre la valoración de los programas ASG, el 83% de los directivos y profesionales de la inversión afirman que esperan que los programas ASG aporten más valor a los accionistas dentro de cinco años.
Esta es la razón por la que las empresas se han comprometido a reducir su impacto medioambiental y están trabajando con sus proveedores, socios, clientes y comunidades para lograr este objetivo.
Sobre todo, las empresas están ayudando a educar a sus clientes y al ecosistema en general sobre el cambio climático y animándoles a tomar decisiones sostenibles
Las empresas están invirtiendo en energías renovables, eficiencia energética y otras medidas para descarbonizar sus operaciones.
Trabajan con sus proveedores para reducir el impacto ambiental de sus productos y servicios. Pero, sobre todo, están ayudando a educar a sus clientes y al ecosistema en general sobre el cambio climático y animándoles a tomar decisiones sostenibles.
Colt Technology Services ha establecido objetivos ambiciosos en el camino hacia la consecución de emisiones Net Zero. Estos objetivos incluyen la adquisición de energía 100% renovable para todos sus centros en todo el mundo para 2030 y la descarbonización de su flota mediante la electrificación.
También existe el firme compromiso de abordar el 93% de las emisiones procedentes de bienes y servicios adquiridos y bienes de capital, una tarea extremadamente difícil para cualquier organización.
Tecnologías digitales para la transición energética
La tecnología digital se perfila como un aliado extraordinario para la sostenibilidad, capaz de impulsar la transición energética y frenar las emisiones de gases de efecto invernadero en un 15%.
Son el elemento facilitador de la mejora de la eficiencia energética, la integración de fuentes de energía renovables y la creación de redes inteligentes capaces de gestionar el flujo de electricidad con mayor eficacia.
Cuando se combinan con iniciativas de energía sostenible, las tecnologías digitales se convierten en una potente fuerza para impulsar la acción por el clima
Sin embargo, el potencial de las tecnologías digitales va mucho más allá de la reducción de emisiones. Cuando se combinan con iniciativas de energía sostenible, se convierten en una potente fuerza para impulsar la acción por el clima y fortalecer la resiliencia de las comunidades, con el fin de crear un futuro más sostenible y equitativo para todos.
El potencial de las tecnologías digitales para hacer frente a la crisis climática es enorme. Utilizándolas de forma adecuada y responsable, las empresas y organizaciones pueden crear un futuro más sostenible para sí mismas y para las generaciones venideras.
El potencial de las tecnologías digitales para hacer frente a la crisis climática es enorme
Kelsey Hopkinson. Vicepresidenta de ASG de Colt Technology Services
Esto requiere la colaboración entre gobiernos, empresas y comunidades para garantizar que las tecnologías digitales se utilicen de forma que beneficien a todos.
Hoy nos encontramos en un punto de inflexión y la supervivencia de toda la humanidad dependerá de las decisiones que tomemos.
Pero los esfuerzos para mejorar la resiliencia climática estarán sujetos a diversos factores inciertos, como la evolución del panorama político, la capacidad de las partes interesadas para colaborar eficazmente, la velocidad de las iniciativas de reducción de emisiones y la aparición de soluciones tecnológicas innovadoras.
¿Podemos actuar con la suficiente rapidez y eficacia para aprovechar las tecnologías digitales con el fin de hacer frente a la crisis climática o llegaremos demasiado tarde? Se trata de una pregunta que invita a la reflexión porque nos obliga a enfrentarnos a la realidad de la crisis climática y a la urgencia de la situación.
También pone de relieve la importancia de la colaboración y la innovación para encontrar soluciones. Tenemos que actuar ahora, y tenemos que hacerlo juntos. No podemos permitirnos esperar más.
