Siempre he pensado que por muy justificable que sea la fiebre por los tatuajes, existe un problema que no contemplan los incondicionales de pintar su cuerpo con tinta indeleble. Y es el hecho de que la gente cambia, y lo que un día le pareció maravilloso, meses o años después se convierte en algo ya no tan importante o incluso aborrecible. Pero el dibujo queda ahí, y ya resulta traumático extirparlo de la piel. Valga esta comparación, para comprobar que sucede algo paralelo con la inserción de datos personales en las redes sociales.
Muchos ciudadanos se han rebelado y quieren tener el derecho de dar marcha atrás respecto a la información que en su día depositaron en las citadas redes. La Agencia de Protección de Datos informa de que ya ha emitido 90 resoluciones, de las que 5 se encuentran en la Audiencia Nacional. Este aspecto ha tomado un cariz muy serio, ya se habla del ‘derecho al olvido’, y su transcendencia a nivel internacional.
La comisaria europea de Telecomunicaciones, Viviane Reding, se comprometió a elaborar una normativa comunitaria sobre el olvido antes de la llegada del verano. Las presiones son muchas. Por una parte, las compañías propietarias de las redes sociales, que no quieren incurrir en costes extraordinarios. Por otra, el derecho de los ciudadanos a preservar su intimidad. Y mientras, los expertos debaten sobre el alcance del ‘olvido’.
La firma IMAdvisory pone dos cuestiones sobre la mesa: ¿Debe afectar a la información que un individuo ha colgado sobre sí mismo en una red social o afecta también a la información subida por terceros?,¿implica sólo la retirada de la información publicada en las redes sociales o también en los medios de comunicación? Paola Redecilla, abogada especializada en Protección de Datos de IMAdvisory, nos da la respuesta que debería prevalecer: “Cada persona tiene derecho a que sus datos personales no permanezcan de forma perenne en la red o en cualquier otro medio on line, la cancelación de los datos o la revocación del consentimiento previo se debe poder ejercer en cualquier momento, mientras se cumpla la ley”.
