En el actual panorama de disrupción digital, todas las organizaciones deben tomar las mejores decisiones basadas en datos (cultura del dato). La clave para ello es conseguir alinear la estrategia de valor con los datos, poniendo el negocio y los clientes en el centro, a través de las personas, los procesos y la tecnología.
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Restos para una cultura del dato
Los retos son conocidos: el crecimiento exponencial de los datos, la creciente diversidad de las fuentes de datos, la precisión de los datos, las complejidades de entornos multi-cloud con dispersión geográfica, la regulación en torno a la privacidad y seguridad de los datos, las nuevas tecnologías y sus aplicaciones, el alineamiento de las personas y los procesos, la escasez de talento, la sostenibilidad, y las restricciones presupuestarias.
El crecimiento exponencial de datos al que se enfrentan todas las organizaciones hace imprescindible una gobernanza que alinee la estrategia de la compañía para crecer de manera que recopile, almacene y analice volúmenes cada vez más grandes de información, procedente de muy diversas fuentes, de manera eficaz, segura, eficiente y, en muchas ocasiones, en tiempo real.
Cómo garantizar la calidad del dato
Para garantizar la calidad y precisión de los datos utilizados en la toma de decisiones estratégicas, las empresas deben adoptar un enfoque sistemático durante todo el ciclo de vida: recolección, ingesta, ordenación, normalización, análisis y activación del dato. Es esencial establecer procesos rigurosos de entrada de datos, lo que incluye la validación y limpieza continua de la información recopilada. La normalización de datos y la estandarización de formatos son prácticas clave para asegurarse de que los datos sean coherentes y comparables, especialmente considerando las diferentes fuentes. Además, es conveniente implementar una gestión de datos maestros para crear un repositorio centralizado y de alta calidad que sirva como fuente única de verdad.
Complejidad regulatoria
En este contexto, la creciente complejidad regulatoria en torno a la privacidad y la seguridad en un contexto internacional exige a las organizaciones poder justificar el cumplimiento multi-norma en la recopilación, almacenamiento y tratamiento de los datos, añadiendo una capa adicional de complejidad a la gestión y la gobernanza de los mismos. Y sin embargo, no debe ser visto únicamente como un tema de cumplimiento, sino que, con foco en el cliente, es fundamental construir confianza y convertir sus preferencias en oportunidades.
Beneficios de una nueva cultura del dato
La automatización y el uso de herramientas de IA pueden mejorar aún más la calidad de los datos al detectar y corregir errores de manera eficiente, o incluso optimizar el análisis y actuación sobre los mismos en tiempo real y de forma autónoma. Esto se traduce en la mejora de experiencias personalizadas a los usuarios, especialmente porque los algoritmos pueden recomendar productos, servicios o contenido relevante de manera precisa, mejorando así la satisfacción del cliente y aumentando las tasas de conversión.
Toda esta labor con los datos debe estar definida a través de un modelo de gobernanza
Además, contar con el soporte y apoyo de un gran partner tecnológico, como por ejemplo puede ser Google Cloud, es clave a la hora de llevar a cabo todo lo anteriormente nombrado.
Toda esta labor con los datos debe estar definida a través de un modelo de gobernanza que, como se ha insistido, alinee las posibilidades de la tecnología, con las personas, los procesos y la propuesta de valor a los clientes de las organizaciones, de manera que sean eficaces y sostenibles. Esto implica liderar e implantar una cultura del dato. Y en este viaje es fundamental contar con los socios estratégicos adecuados. Equipos especializados que puedan ayudar a tomar las mejores decisiones y constituyan una base sólida para el futuro crecimiento.