Hace ya 35 años, en el lejano año 1982, Moisés Camarero y Francisco Botella fundaron Compusof, S.A. con el objetivo de llenar el hueco dejado por Gispert S.A., el principal y prácticamente monopolístico integrador del país, que quebró inexplicablemente siendo dueño y señor de casi todo el mercado. La recién creada compañía retomó la atención de los principales clientes en el área central del país, como también lo hicieron otras pequeñas empresas en las demás regiones de España, aunque desgraciadamente la mayoría no hayan sobrevivido debido al cambiante universo TIC o al relevo generacional. En aquellos primeros años los grandes fabricantes mundiales estaban entrando en España y buscaban integradores que les facilitaran el contacto con el cliente. Fueron los años felices en los que la tecnología no estaba comoditizada y el país, en pleno crecimiento, buscaba modernizarse y ser más competitivo frente a nuestros vecinos europeos. Compusof ya entonces, se convirtió en partner de HP, acuerdo cerrado directamente con el primer presidente de la compañía -Juan Soto- que a la sazón aún no disponía ni de sede. De esta forma, Compusof fue el segundo partner de HP en España y desde entonces, sigue siendo uno de los principales.
La compañía fue creciendo considerablemente de la mano del sector privado y público hasta convertirse en uno de los principales integradores de HP. Disfrutando de una posición tan sólida lo lógico hubiera sido acomodarse, pero en cambio decidió diversificarse y crecer en otros territorios. Lo más sencillo hubiera sido expandirse a otras regiones y replicar el exitoso modelo, pero conociendo las peculiaridades del territorio español y la capacidad de los partners locales, Compusof decidió establecerse en Latinoamérica hace ya 15 años, en un movimiento pionero que otros han tratado de imitar recientemente acuciados por la crisis.
No me importa compartir cuáles han sido los tres pilares del éxito de Compusof
El primero ha sido la diversificación en cuanto a oferta, clientes y territorios, lo que permite limitar los riesgos inherentes a este negocio, tan sensible a los ciclos económicos. Muchos no han sobrevivido a las crisis o han salido muy dañados por esta razón. El segundo es la fuerza de sus alianzas, en particular con HP, ahora separada en HPE y HP Inc. El tercer pilar es y ha sido la visión a medio plazo y el control de gestión. A veces, es difícil hacer comprender a un comercial que se rige, lógicamente, por su cuota, que no hay que fijarse solamente en la oportunidad de este mes, sino que también hay que valorar las que llegarán en los próximos cinco años. El medio plazo es la verdadera fuerza de las empresas sólidas. El futuro será cambiante, como siempre ocurre en nuestro mercado.
El reto más importante para el canal del futuro será transformarse para aportar un valor distinto, menos ligado a la logística y más vinculado a los servicios. Por otro lado, parte del negocio irá a la nube y dejará de ser on premise. Es por ello que Compusof ya ha avanzado en ese sentido desarrollando competencias propias en campos como la Movilidad o la Transformación Digital, que ofrecemos a nuestros clientes desde el año pasado, adelantándonos al mercado. Con todo ello, quiero destacar que recientemente hemos celebrado nuestro 35 aniversario con la presencia de clientes, prensa, proveedores y, sobre todo, empleados. Y me siento orgulloso de decir que el sueño de los fundadores que pusieron su trabajo y sus ilusiones al servicio de Compusof sigue más vivo y vigente que nunca.