La nube es, a día de hoy, una de las realidades que sirven para determinar y definir la estrategia y los planes de futuro de las empresas. Lo estamos viendo ya en los cientos de congresos, eventos, charlas y conferencias en los que proveedores, expertos y profesionales del mundo IT exponen las ventajas del Cloud. Y también en el hecho de que son cada vez son más los asistentes e interesados en este tipo de contenidos (si no me creen, acérquense un día se a eventos como DES, Open Expo, OMExpo, ASLAN, Smart Data Summit,…).
Pero, por encima de todo, lo demuestran las cifras de adopción. Según un reciente estudio de Capgemini, la adopción de las aplicaciones cloud nativas pasará del 15% actual al 32% para 2020, y según ha pronosticado IDC, cloud supondrá en 2018 al menos la mitad del gasto TI de las empresas.
Parece entonces que la apuesta por el Cloud es definitiva y el camino a la Nube, imparable. Las tradicionales dudas sobre seguridad, costes o complejidad están superadas, pero entre las empresas nacen nuevas dudas que todos quieren resolver antes de dar el paso definitivo.
Cloud supondrá en 2018 al menos la mitad del gasto TI de las empresas
¿Qué tipo de cloud se va a imponer?
Aunque la pregunta no es nueva, cada vez toma más fuerza la necesidad de responder a si será el modelo privado, público o híbrido el que acabe imponiéndose. Y a pesar de que la respuesta tampoco es nueva, también parece más claro que a medida que crece el cloud, los tres modelos van a seguir prosperando: el modelo de cloud público sigue siendo el más demandado entre las pymes y, mientras las cloud privadas parecen relegadas a las grandes empresas, la opción híbrida es el mejor paso en el camino a la transformación digital para la mediana empresa o para la pyme para la que Internet y los recursos digitales resultan un activo clave en su negocio.
En realidad, todas las modalidades de cloud tienen su cuota entre los distintos perfiles de empresas y proyectos IT, y todas y cada una de ellas están aumentando de forma significativa en nuestro país. A medio plazo, todos los modelos (pública, privas e híbrida) seguirán conviviendo y ninguno de ellos desaparecerá, porque son opciones que cubren necesidades distintas. Así pues, la preocupación de las empresas no debe ser si están eligiendo el modelo cloud que se impondrá en el futuro, sino si están eligiendo el modelo cloud que conviene a sus intereses y cubre realmente sus necesidades.
¿Qué proveedor elijo? ¿Hay espacio para todos?
La segunda gran duda que últimamente invade a los empresarios a la hora de abordar su salto al cloud es: ¿con quién me asocio? Como sucede en la gran mayoría de sectores emergentes, cuando la inversión y el interés empiezan a despertar, el número de proveedores, expertos y consultores especializados se multiplica súbitamente. Aparecen en el mercado todo tipo de empresas con ganas de subirse al carro de la última novedad tecnológica, dispuestas a ofrecer sus servicios de forma rápida y a precios de saldo.
Por ello, resulta clave que las empresas encuentren el partner que pueda hacerlo en cualquiera de sus modalidades y, sobre todo, les ofrezca el mejor asesoramiento y soporte para acompañarles en su camino al cloud. Actualmente, tanto proveedores internacionales como empresas nacionales de corte más personal y cercano, cuentan con una oferta diferenciada en el creciente mercado cloud. Por tanto, la decisión de asociarse con uno u otro debe venir, al igual que comentábamos antes, del análisis pormenorizado de las necesidades particulares de cada negocio y el asesoramiento personalizado.
No obstante, en este sentido, no podemos obviar un factor clave: hablamos de procesos que replantearán en gran medida la operativa empresarial, que deben mantenerse siempre en el filo de la innovación y cuya finalidad última es permitir que los departamentos internos se liberen de tareas rutinarias para poder dedicarse en cuerpo y alma al core de su negocio. Por ello, aunque todavía hay mucho espacio de negocio y mucho margen para el progreso en la nube, tenemos que recordar que, a pesar de la necesidad de iniciar el cambio ya, la transformación digital es un camino de largo recorrido en el que sólo los innovadores y los verdaderos profesionales pueden ayudarnos.