¿Cómo aprovechar el potencial de la IA en los entornos de impresión?

Enrique Palomo, Professional Services Director, Xerox Iberia.

Publicado el 27 Abr 2018

Enrique Palomo, Professional Services Director, Xerox Iberia.

Si te interesan las predicciones anuales en tecnología, habrás visto que la inteligencia artificial (IA) encabeza casi todas las listas del 2018. Afirmaciones sensacionalistas aparte, como que los robots robarán los puestos de trabajo de las personas y la preocupación social por si la IA escapa a nuestro control, PricewaterhouseCoopers (PwC) ha pulsado la opinión de los profesionales en torno a este fenómeno. En sus 2018 AI Predictions, PwC declaró que 2018 es el año en que la “AI se pondrá en marcha“.

Según la consultora, 2018 será el año en que la IA comenzará por fin a hacer cosas, aunque no necesariamente de la manera alarmante que anuncian algunos titulares mediáticos. Para que la IA tenga éxito, tiene que funcionar en su nivel más básico y esto se reduce a la automatización de procesos, algo que la industria, también la de la impresión, ha puesto en marcha hace tiempo.

Con los equipos de impresión bajo una presión sostenida por ahorrar costes, ¿estamos aprovechando la IA en todo su potencial?

¿Cómo puede ayudar la IA?

La definición de IA es generalmente aceptada como la capacidad de una máquina para imitar el comportamiento de la inteligencia humana. Es cierto que esta definición es muy genérica, por lo que la industria acuñó cuatro categorías distintas de IA:

1. Máquinas reactivas – La funcionalidad más básica, donde la máquina sólo puede reaccionar ante los escenarios actuales, sin la capacidad de utilizar la experiencia para tomar decisiones.

2. Memoria limitada – La máquina puede hacer observaciones sobre su entorno para fundamentar una decisión, por ejemplo, la tecnología que se usa en los vehículos sin conductor.

3. Teoría de la mente – En este punto, la IA se vuelve más futurista. Para pertenecer a esta categoría, la IA debe tener la capacidad de comprender los pensamientos y las emociones, y utilizarla para reaccionar ante el mundo que la rodea.

4. IA autoconsciente – El tipo más avanzado de IA, requiere que la máquina tenga su propia conciencia, algo que no existe… aún.

Puede haber mucho ruido y especulación en torno a las dos últimas categorías, pero en realidad son las categorías de “máquinas reactivas” y “memoria limitada” las que industria de la impresión debería tener en cuenta. Esta IA tiene el potencial de abrir nuevas y lucrativas fuentes de ingresos para las empresas de impresión al mejorar la eficacia del proceso de principio a fin, desde la creación de trabajos hasta la producción continua y la optimización del servicio.

¿Cuál es el mejor lugar para empezar?

En teoría, IA puede mejorar todos y cada uno de los aspectos del proceso de impresión. Al igual que con la llegada de cualquier nueva tecnología, lleva tiempo entender y evaluar realmente qué es lo que tiene más sentido para cada negocio.

Se puede elegir, por ejemplo, implementar IA para automatizar tareas que antes eran cuellos de botella en el proceso de impresión, aumentando el rendimiento de la empresa. Alternativamente, se puede decidir descargar algunos de los trabajos más rutinarios a una máquina para permitir que el equipo se concentre en un trabajo más estratégico.

Hay algunos casos ya en práctica. Por ejemplo, muchas impresoras han transformado sus procesos de impresión utilizando un software con determinados algoritmos que pueden descifrar diferentes diseños de documentos para optimizar la imposición y así minimizar los residuos de impresión. Esto permite ahorrar costes y también beneficiar el medio ambiente.

Del mismo modo, quienes se dedican a la impresión de catálogos o publicidad en papel están aprovechando los datos disponibles para personalizar el contenido para el destinatario, creando automáticamente mailings más relevantes. Sin duda, una gran ventaja competitiva.

El punto de partida podría ser tan simple como instalar un software inteligente que tenga la capacidad de supervisar qué impresoras están ocupadas y, a continuación, dirigir los nuevos trabajos a aquellas máquinas disponibles.

Las prensas de producción de Xerox como la iGen 5 cuentan con sensores que monitorizan su actividad constantemente y realizan ajustes en tiempo real para ofrecer el mejor resultado de impresión posible sin intervención humana.

Desde el punto de vista del mantenimiento, las máquinas actuales también volverán a conectarse con sus proveedores, lo que permitirá analizar sus datos de forma segura, compararlos con el rendimiento esperado y, a continuación, ajustarlos o actualizarlos de forma remota. En el futuro, esta información podría utilizarse para predecir un fallo antes de que llegue a producirse.

¿Qué podemos esperar en el futuro?

Si bien es cierto que generar ingresos reales sería mucho mejor que pronosticar sobre los ingresos previstos para 2028, el potencial de la IA para cambiar la industria de la impresión es una realidad incuestionable. Con el auge de los contenidos digitales existe una gran oportunidad de aprovechar los datos online para ofrecer servicios de impresión mucho más personalizados, como la creación de álbumes de fotos mediante la determinación de las imágenes favoritas de las redes sociales de un usuario, o la personalización de catálogos impresos especiales o boletines informativos basados en las páginas que el comprador está visitando.

Pero en el espíritu más realista, también hay una oportunidad tangible en el aquí y ahora para aprovechar la tecnología disponible y trasladar los beneficios de la IA al negocio. Entonces, no hay que esperar más. Analicemos y entendamos los procesos para reconocer dónde se podría utilizar este fenómeno y generar un valor aún mayor.

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Redacción

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