La tecnología cambia cada vez más rápido y afecta más profundamente a la forma de hacer negocio. Tanto es así que está siendo, de hecho, el detonante para la transformación integral de múltiples sectores y casi constantemente surgen nuevas tecnologías que obligan a las compañías a plantearse cómo integrarlas en su organización o en sus productos y servicios. Por ejemplo, si hablamos de la implementación de cloud computing en 2019, el 72% de las empresas españolas espera un impacto significativo este año, ya que consideran que será cuando se adoptará a gran escala.
Otra tecnología que está transformando los negocios, la inteligencia artificial, lleva años siendo utilizada. Sin embargo, cada día evoluciona. Surgen nuevas soluciones, problemas y dilemas éticos. Es tan cambiante que cuesta estar siempre al día y, por ello, el 61% de las empresas españolas no notará su impacto hasta dentro de tres años. Si hablamos de ciberseguridad, a partir de 2019 es cuando va a ponerse a prueba la resiliencia, no de las empresas, sino de sectores enteros. Hay un 49% de compañías que la consideran como prioridad de negocio en el presente año.
No podemos olvidarnos tampoco de la analítica y visualización de datos, que permitan sacar partido al negocio y tener una ventaja competitiva. Por ejemplo, un informe realizado por McKinsey sobre la cultura de datos revela que las organizaciones que son capaces de extraer información de los datos de sus consumidores superan a sus competidores en un 85% en crecimiento de ventas y en un 25% en margen bruto. ¿Qué ocurrirá con aquellas que no sepan transformarse y cambiar la cultura de su empresa para aprovechar esta corriente imparable que es el Big Data?
Son solo algunos ejemplos y son múltiples los aspectos para tener en cuenta en un negocio digital que puede marcar la diferencia. No obstante, a pesar de las muchísimas posibilidades, en la mayoría de los casos, la evolución 100% disruptiva, los productos y metodologías que cambian las reglas del juego no suelen llegar de las mayores y más tradicionales corporaciones.
Es un cambio que está llegando de la mano de compañías más ágiles y dispuestas a arriesgar, startups en su mayoría, que han encontrado la forma de generar nuevos productos y reimaginar la manera en la que el usuario contrata servicios gracias al entorno digital. En muchos casos, porque desafían el status quo.
Solo el 34% de las compañías españolas considera sus sistemas suficientemente preparados para integrarse por completo en la transformación digital
Este nuevo panorama nos ha traído un sinfín de empresas con nombres en inglés que se han colado en nuestro día a día: fintech, insurtech, proptech, femtech, legaltech… Y es que hemos ido metiendo a estas innovadoras startups en pequeños sacos desde los que han transformado el mundo financiero, los seguros, el sector inmobiliario, los productos para mujeres o los productos jurídicos.
¿Por qué no acometen estos cambios las compañías más tradicionales? En muchos casos, por dificultades burocráticas, en otros por no querer evolucionar su modelo o también por no haber interiorizado la forma de funcionar del mundo digital en su manera de hacer negocios. Porque las necesidades de transformación son urgentes. Y si lo son de puertas para afuera, más aún lo son de puertas para dentro. Una compañía, por muy grande que sea y muchos años que lleve en el sector, no puede seguir siendo competitiva si no digitaliza su ADN. Y es un terreno en el que queda mucho por hacer, incluso aunque hablemos de tecnologías que llevan ya años transformando las empresas.
Ante este panorama de nuevas tecnologías que lo transforman todo, el 90% de las empresas considera que habrá definido su programa de digitalización en el medio plazo, pero solo el 40% ha comenzado, designado puestos y destinado recursos específicos para este fin. Más aún: el 81% de las empresas no dispone de empleados especializados e intenta subsanar este obstáculo mediante reciclaje interior y búsquedas en el exterior.
Debido a esta situación, solo el 34% de las compañías españolas considera sus sistemas suficientemente preparados para integrarse por completo en la transformación digital y tan solo un 21% cree que tiene la capacidad de innovar y crear nuevos modelos de negocio.
¿Qué está ocurriendo? La agilidad a la que evoluciona el nuevo mercado digital y la velocidad a la que se mueven los nuevos actores, más pequeños y con capacidad de maniobra, están haciendo que en muchos casos se haga la casa por el tejado. No basta con adaptar una solución concreta, sino que es necesario transformar la cultura de la empresa. Hay que pensar a lo grande y ser consciente de que si hay compañías fintech, insurtech o legaltech es porque se ha ido fraguando una nueva forma de hacer negocios que está basada en la tecnología. Se trata de un concepto que las compañías deben hacer suyo y que en Entelgy denominamos BusinessTech.
Este nuevo concepto, que define la forma en la que las compañías deben entender el modo de hacer negocios en el entorno digital, ha llevado a Entelgy a reformular tanto su visión (acelerar la transformación del mundo que nos rodea a través de la tecnología, para hacer avanzar a empresas, personas y sociedad hacia un futuro mejor), como su misión (gracias al talento, la excelencia y la innovación en nuestro hacer al servicio de nuestros clientes y partners, ayudamos a adoptar nuevas tecnologías para impulsar su competitividad).
Sin embargo, esta forma de abordar la integración de tecnología no puede ser algo únicamente cosmético o una declaración de intenciones, sino algo práctico que se refleje en la forma de trabajar. Por ese motivo, en base a estas nuevas necesidades hemos reorganizado la compañía, con el objetivo de ofrecer unos servicios mejor adaptados a la forma en la que las compañías deben integrar la tecnología. De esta forma, ahora Entelgy está compuesta por cuatro divisiones: Entelgy ConsultingTech, Entelgy Digital, Entelgy Outsourcing y Entelgy Innotec Security.
Entelgy The BusinessTech Consultancy se ha convertido en un acelerador de la transformación para quienes necesitan seguir siendo competitivos en un mundo cambiante a gran velocidad.