Una de cada cuatro empresas trabaja con más de un proveedor de servicios cloud, según el informe sobre la estrategia cloud de las compañías realizado por Mesosphere a finales de 2018. De acuerdo con estos datos, parece evidente que durante los próximos años será clave contar con una estrategia multi-cloud que permita a las empresas de cualquier tamaño obtener el máximo beneficio de los servicios que ofrecen los proveedores cloud (Amazon Web Services, Google Cloud, Microsoft Azure…) e incorporarlos al conjunto de herramientas habituales que sirven para impactar de forma positiva al desarrollo del negocio. Además, Forbes afirma que el mercado global para cloud híbrida crecerá desde los 44.600 millones de dólares del año pasado hasta los 97.640 millones de dólares en 2023.
Pero, ¿en qué consiste una estrategia multi-cloud? Los proveedores de cloud invierten miles de millones de dólares al año en desarrollar soluciones que pueden adaptarse a las necesidades de cada empresa. Poder elegir las aplicaciones que más convienen para resolver cada reto planteado por la industria conlleva muchas ventajas pero también algunos retos. Por un lado, se reducen las vulnerabilidades que suponen confiar toda la infraestructura a un mismo proveedor, pero por otro se añade el desafío de conseguir que las distintas aplicaciones desarrolladas por diferentes fabricantes y alojadas en nubes distintas funcionen entre sí.
El mercado global para cloud híbrida crecerá desde los 44.600 millones de dólares del año pasado hasta los 97.640 millones de dólares en 2023
Al igual que como consumidores evaluamos los productos que nos ofrecen las diferentes compañías del mercado y elegimos el que más nos conviene por precio o necesidades personales, como responsables de tecnología de una compañía estamos obligados a conocer qué nos ofrecen estos gigantes del cloud y cómo pueden ayudarnos en nuestro negocio. Entre otros, se habla de servicios para el procesamiento del lenguaje natural (NPL) que permitan contar con chatbots para el negocio, soluciones de almacenamiento en cloud, herramientas para el procesamiento de datos en tiempo real, capacidades de analítica con algoritmos de Inteligencia Artificial… En definitiva, se trata de un nuevo paradigma de desarrollo de negocio basado en las mejores aplicaciones de cada fabricante integradas sin fisuras en la estrategia de cada organización.
Definir una estrategia multi-cloud comienza simplemente por estar al día de las herramientas que ofrece cada proveedor, seleccionar las más convenientes para dar servicio a la compañía y, lo más importante y que generalmente se olvida, establecer un mecanismo para integrarlas con el resto de infraestructuras del negocio de forma que se puedan aprovechar las capacidades de forma completa.
Si contamos con una estrategia multi-cloud podremos, entre otras ventajas, disponer de una redundancia de sistemas que permitan disfrutar de herramientas de recuperación de servicios frente a pérdida de alguno de ellos (disaster recovery), aprovechar las ventajas geográficas de las regiones de cada uno de los proveedores, evitar tener que confiar en un solo proveedor y utilizar solamente sus desarrollos propios, beneficiarnos de los mejores servicios y precios, distribuir los datos para cumplir con las políticas de protección de datos actuales, optimizar el diseño de aplicaciones (menos transferencia de datos entre clouds) y, probablemente lo más importante para los decisores, reducir costes.
En qué se diferencia multi-cloud de cloud híbrida
Llegados a este punto, es importante distinguir entre multi-cloud y cloud híbrida. Aunque son términos relativamente parecidos y pueden generar confusión, hay algunas diferencias entre ellos. Una aproximación multi-cloud se basa en el uso de diferentes nubes, tanto privadas como públicas, utilizando los diferentes servicios de cada una de ellas que mejor se adapten a nuestras necesidades, lo que hace que tengamos “silos de tecnología” que usamos en cada uno de esos cloud. Un ejemplo de esto podría ser un procesamiento de grandes cantidades de datos en EMR (con Amazon Web Services) y la implantación de un chatbot utilizando Dialogflow en Google Cloud. Por contra, una cloud híbrida siempre incluye una cloud privada y una cloud pública, y generalmente son usadas de forma conjunta para dar un servicio global aunque se encuentre distribuido entre la parte pública y la privada, como por ejemplo, un sistema de procesamiento y almacenamiento de datos distribuido y conectado.
El 84% de las grandes empresas (de más de 1.000 empleados) han definido ya una estrategia multi-cloud. Estas compañías utilizan casi cinco clouds públicas y privadas para ejecutar aplicaciones y lanzar pruebas de concepto, así que, sin importar el tamaño de la organización, tal vez sea el momento de incluir este desarrollo en la estrategia de la compañía… si aún no está entre nuestras previsiones de inversión.