Siemens ha seleccionado a España como ubicación estratégica para instalar uno de sus nuevos centros regionales de ciberseguridad a nivel global, junto a otras localizaciones en países como Portugal, China, EEUU o Alemania. Con este cyber-hub, la multinacional quiere reforzar la seguridad de las infraestructuras, empresas y ciudades con las que opera en su actividad de negocio.
El objetivo principal de esta iniciativa es crear una amplia base para proteger a Siemens y a sus clientes con productos y sistemas seguros en todo el mundo. El nuevo centro estará ubicado en Madrid y contará con un grupo de trabajo integrado por diferentes perfiles profesionales, expertos en gestión de riesgos, en cloud y en estrategias de ciberseguridad, que trabajarán en el desarrollo de tecnologías y sistemas de prevención, protección y detección de ciberataques.
Entre sus cometidos estará detectar cualquier anomalía que se produzca en este ámbito y responder a los ataques de forma ágil y cercana a las empresas o instituciones afectadas.
Siemens está aplicando el concepto de defensa en profundidad, implementando la ciberseguridad a lo largo de todo el ciclo de vida del producto. A través de su oferta de servicios, Siemens también pretende ayudar a las empresas a mejorar su protección, defensa y detección de fallos del sistema.
La plantilla global de la multinacional está integrada por cerca de 1.300 expertos en ciberseguridad, incluyendo especialistas en defensa cibernética, que examinan las instalaciones industriales ante posibles amenazas digitales, advierten a las empresas de incidencias relacionadas con la seguridad y coordinan contramedidas proactivas.
La plantilla global de la multinacional está integrada por cerca de 1.300 expertos en ciberseguridad
Además, Siemens está trabajando con diferentes socios a nivel mundial, a través de la iniciativa Charter of Trust, para promover un protocolo conjunto que logre crear un mundo digital más seguro, a través de normas y estándares vinculantes. En España, la compañía también colabora con el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) y ha creado, de manera conjunta, un laboratorio en León que actúa como banco de pruebas para desarrollar herramientas, procedimientos y controles de seguridad. El centro de experimentación ayuda a formar, divulgar y evaluar casos reales que se producen en España para reducir, en la medida de lo posible, los incidentes de ciberseguridad que se registran cada año.
Según señala el Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales, las amenazas a la ciberseguridad en 2018 causaron pérdidas de 500.000 millones de euros en todo el mundo. Y es que, debido al uso que actualmente se da a la tecnología y a la transmisión de datos, el robo y el fraude masivo de estos y los ciberataques a gran escala se posicionan como uno de los principales riesgos mundiales, de acuerdo con el Informe de Riesgos Globales 2019 que elabora el Foro Económico Mundial. Además, estas amenazas serán cada vez más sofisticadas y agresivas.