En el marco del Plan Avanza y un año y dos meses después de su licitación, la Ciudad Autónoma de Melilla ha adjudicado a Telefónica el contrato para el suministro e instalación de un nuevo cable submarino de fibra entre Melilla y la Península Ibérica que, con una longitud de 174 kilómetros, conectará la ciudad autónoma con el municipio de Roquetas de Mar (Almería). La adjudicación asciende a un montante total de 6,7 millones de euros, una cifra que está financiada con un préstamo del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y que la Ciudad Autónoma de Melilla deberá devolver en un plazo de 15 años. También por 15 años, si bien con posibilidad de prórroga hasta un máximo de 30 años, es el plazo marcado para la explotación de la nueva infraestructura por parte de Telefónica, que se compromete al suministro, instalación y puesta en funcionamiento de este segundo cable en 22 meses. Así, pues, el proyecto se encuentra en la actualidad en una fase inicial de estudio para determinar el trazado que tendrá el cable, una labor que exige la recopilación y el análisis de datos procedentes de distintas fuentes. Se estima que en dos o tres meses se interpretarán estos datos y se determinarás las características del cable en función de las particularidades de los diferentes tramos del recorrido. “El cable se hace como un traje a medida porque no es lo mismo el cable que va a pie de playa que a tres kilómetros bajo la superficie del mar”, explicaba la jefa de Ingeniería de Cables Submarinos de Telefónica, Elena Ramos, coincidiendo con la celebración el pasado 17 de Mayo del ‘Día de Internet’. No en vano, a lo largo de sus 174 kilómetros de longitud, el nuevo cable discurrirá en determinados puntos a una profundidad de más de 2.000 metros.
Garantizar las comunicaciones
La iniciativa viene a garantizar las comunicaciones de voz y datos entre Melilla y la Península Ibérica, evitando que la Ciudad Autónoma se quede incomunicada como ya sucedió durante una semana en marzo de 2007 a raíz de la rotura por un barco del único cable de fibra existente; y en noviembre de 2010, cuando Melilla volvió a quedarse sin comunicaciones en este ocasión debido a una sección parcial cuya resolución fue más rápida y permitió reestablecer las comunicaciones en cuestión de horas. Pero, además de garantizarse las comunicaciones, con el tendido de la nueva fibra se duplica también la capacidad para el envío y recepción de datos. Y es que mientras que el cable actualmente existente consta de 8 filamentos, el nuevo tendrá 24 filamentos de los cuales solamente se utilizarán dos en un principio con una capacidad superior a los 3 Tb, que permitiría dar respuesta a la potencial concurrencia simultánea de todos los ciudadanos de Melilla.
