Hotel Orfila de Madrid ha sido el escenario del lanzamiento global de Quanter, una herramienta SaaS de LEDAmc que viene a resolver las complicaciones que rodean a la estimación de los desarrollos de software de las organizaciones. Dácil Castelo, directora general de LEDAmc, ha ejercido de maestra de ceremonias durante la puesta de largo de la nueva solución frente a un auditorio compuesto por un nutrido grupo de expertos de desarrollo. Como explica Castelo, “las estimaciones son necesarias, pero tienen una leyenda negra detrás. Esta mala prensa se debe a sonados errores de cálculo que se cometen, como sucedió con el trágico accidente de la sonda Mars Climate Orbiter”.
La Harvard Business Review apunta que uno de cada seis proyectos de TI presupuestados conlleva sobrecostes por encima del 200%. Es evidente que existe una necesidad en el mercado y que persisten los problemas. La directiva señala que no se aplica una técnica de estimación, sino que se recurre “al juicio experto; todo lo opuesto a contar con un modelo objetivo”. Otra tendencia es utilizar estimadores basados en componentes físicos, lo que impide hacer uso de la estimación hasta que no estamos en una fase avanzada del ciclo de vida. Con el avance tecnológico los catálogos de componentes no son estables y requieren constante actualización. Todo ello conduce a que las estimaciones se hagan mal y a sobrecostes permanentes. Se produce por tanto una situación complicada, por falta de entendimiento entre negocio y TI, donde las estimaciones constituyen un punto de fricción constante.
Quanter es un producto de estimación que se puede manejar de manera independiente a los servicios de LEDAmc
Las estimaciones no son nuevas para LEDAmc, que lleva unos 12 años implantando y operando oficinas de control de productividad y estimaciones. Estos servicios los presta un grupo de consultores expertos que dan apoyo a los jefes de proyecto, ayudándoles a estimar y participar en la negociación de esta estimación con los proveedores. Estos consultores están especializados en una métrica estándar de valoración del tamaño funcional de software, llamada puntos función, que cumple con ISO, y están certificados por IFPUG (International Function Points Users Group). “Igual que una superficie se mide en metros cuadrados, el peso funcional de un proyecto se mide con puntos función”, ilustra Castelo. Posteriormente a la estimación, los analistas miden el resultado del proyecto (fase de medición) y toda esa información va a un repositorio y se explota a través de un cuadro de mando. En última instancia, los técnicos de LEDAmc analizan esta información y muestran a sus clientes todos los grados de ahorro que se están produciendo, la evolución de la productividad o el cumplimiento de los objetivos de mejora establecidos.