Resultados agridulces para Indra. La compañía ha conseguido cumplir con sus previsiones con dificultad, y admite que “ha exigido un intenso esfuerzo de gestión, al haber tenido que compensar con una mayor actividad en los mercados internacionales una evolución significativamente más negativa de la prevista en el mercado español, dominado por un entorno macroeconómico más desfavorable del esperado, que ha afectado tanto a los niveles de contratación y ventas como a la rentabilidad y el capital circulante”, afirman en un comunicado de prensa.
De esta manera, la firma ha conseguido aumentar sus ventas totales un 9% hasta alcanzar los 2.941 millones de euros. El comportamiento de Indra en los mercados internacionales ha sido muy positivo y han elevado su peso en el total de las ventas en 14 puntos porcentuales, significando ya el 57%, creciendo en el ejercicio, un 45% más, y por encima del 25% sin considerar el efecto de las adquisiciones. Además, la contratación ha crecido un 7%, hasta situarse en 3.193 millones de euros, superior en un 9% a las ventas del periodo.
La plantilla total de Indra al cierre de 2012 también creció, situándose en 38.577 profesionales, un 8% superior a la de cierre de 2011. Esta favorable evolución ha sido posible por diversos factores, entre los que destacan: medidas para ajustar los recursos y costes operativos españoles a la peor situación; adaptación de la oferta, en particular de soluciones a los requerimientos competitivos de otros mercados geográficos; y la gestión exitosa de la integración de las compañías adquiridas en Brasil, Italia y Noruega.
Sin embargo, la firma obtuvo un beneficio atribuible de 132,7 millones de euros en el ejercicio 2012, lo que supone un descenso del 27% respecto a los 181 millones de euros del ejercicio anterior. Para el presente ejercicio, Indra espera proyectar un crecimiento relevante internacional para 2013 que compense la caída de actividad que la compañía prevé seguir registrando en el mercado español. Concretamente, espera tener un crecimiento de las ventas ligeramente positivo, contratación similar o superior a las ventas, margen EBIT recurrente (antes de gastos extraordinarios) en el entorno del 8% e inversiones materiales e inmateriales netas de aproximadamente 70 millones de euros.
