Las tecnológicas podrían no llegar a objetivos este año

Si observamos el rendimiento financiero de algunas compañías podremos comprobar que la situación real a la que se están enfrentando no es muy halagüeña. La situación sigue igual este año y continúa la contracción del gasto TIC subyugada a la situación de los mercados.

Publicado el 23 Jul 2013

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Las empresas de tecnología normalmente experimentan un repunte de sus pedidos a finales de año pues el sector empresarial suele apurar sus presupuestos de TI antes de que finalice el ejercicio. Las ventas obtenidas en el cuarto trimestre muchas veces “salvan los trastos” a aquellas firmas que se ven más apuradas en su compromiso obligado que no adquirido, de cumplir los objetivos de facturación y/o crecimiento marcados por la alta dirección.

El problema es que ya el año pasado esta fluctuación de las órdenes no fue tan alta como en años anteriores, en parte debido a las prolongadas negociaciones de Washington para evitar el llamado “abismo fiscal”, y por los continuados ajustes presupuestarios que paralizan cualquier intento de inversión por parte de las compañías.

La situación sigue igual este año. Continúa la contracción del gasto TIC subyugada a la situación de los mercados; tanto que Gartner ha tenido que revisar sus cálculos para 2013, estableciendo ahora la inversión total en los 3,7 billones de dólares, 2,1 puntos porcentuales por debajo de lo que a principios de año había estimado. Asimismo, a esto se añaden las últimas noticias de que en España la ansiada salida de la crisis se aplaza hasta 2015, cuando ilusamente nos creíamos que tendría lugar ya este año.

Una ilusión global porque si miramos allende los mares, también se perciben señales turbadoras, incluso en los salvavidas de los mercados emergentes: el crecimiento del PIB de la India ha bajado del 11,2% al 5,7%; Rusia, Brasil y Sudáfrica sólo crecen un 3% y con tendencia descendente; y Estados Unidos, un modesto 1,5%.

A esta negatividad, no es ajena Wall Street que también ha bajado sus expectativas para el sector tecnológico. Thomson Reuters prevé que las 70 firmas de TI presentes en el S&P 500, -la gran mayoría de los grandes fabricantes-, experimentarán una caída del 1% en sus ganancias del cuarto trimestre frente a la subida del 2,8% que registrarán el resto de las empresas que cotizan en este índice. La cuestión es que al término de 2012, sus pronósticos eran que el sector tecnológico crecería un 9,4%.

Trimestres pobres
Si observamos el rendimiento financiero de algunas compañías podremos comprobar que la situación real a la que se están enfrentando no es muy halagüeña. Intel, por ejemplo, considerado indicador oficial, cerraba 2012 con un 1,2% menos de facturación por la erosión del mercado de PC; y en su último trimestre publicado en abril, sus ingresos no fueron menos buenos al obtener una facturación de 12.580 millones de dólares cuando el año anterior fueron de 12.906 millones. Para 2013, la firma estima un crecimiento de un solo dígito y además bajo.

IBM, otro referente económico, tampoco cumplía expectativas en su primer trimestre pues sus ingresos han sido un 5% más bajos que en los mismos meses del año anterior, al no haber cerrado ciertos contratos en software y mainframe. Además, se augura que su segundo periodo que está a punto de culminar, tampoco será mejor.

Siguiendo con los grandes, los resultados trimestrales de Oracle y de Accenture tampoco han convencido. Oracle atribuye a las circunstancias macroeconómicas el frenazo en sus ventas de software y suscripciones; y Accenture se ha quedado escasa en relación a sus propias previsiones, -que no ha cumplido al quedarse en un crecimiento trimestral del 1%-, y que ha justificado por el bajo rendimiento en sus regiones de EMEA y Asia Pacífico. Además, los analistas esperan un comportamiento peor en el periodo estival ya que, al igual que IBM, las órdenes de pedido no se están formalizando en contratos y está tardando más tiempo del esperado.

Afortunadamente, entre tantos altibajos se observan “brotes verdes” como Microsoft, ejemplo claro de cómo la diversidad puede mantener su balance contra viento y marea. Pese a las críticas vertidas sobre las ventas de Windows 8, el gigante del software ha logrado un beneficio de 6.000 millones de dólares en su tercer trimestre de año, cuando en los mismos meses de 2012, las ganancias eran de 5.100 millones. Y la facturación también ha subido un 18% al ingresar en total 20.490 millones de dólares.
La esperanza es lo último que se pierde.

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Redacción Computing

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