En un mundo tan globalizado y en plena etapa de transición como la que se vive actualmente, se han vuelto muy famosas las estafas electrónicas. Esto, debido a que no todos están completamente familiarizados con los procesos y trámites en línea. De hecho, aún existen personas en el mundo que no han tenido acceso a internet desde su fecha de nacimiento. De acuerdo con un informe emitido por el Banco Mundial en el 2020, aproximadamente 600 millones de personas en el mundo no tuvieron acceso a internet durante la pandemia, lo que puso en evidencia la gran brecha digital que aún existe.
Si bien la mayoría de los países en el mundo se encuentran bastante avanzados en cuanto al uso de tecnología, algunos otros están en pleno proceso de transición, por lo que resulta bastante sencillo para algunos estafadores elaborar plataformas que lucen verdaderas para robar dinero.
Un modo de estafa en línea que se ha vuelto famoso en Europa es el envío de enlaces falsos con los que se redirige a una página de una marca reconocida, como Apple, y se anuncia que se ha ganado alguno de sus productos. Cuando la persona hace clic en el enlace, se pide que la persona ingrese los datos de su tarjeta para que reciba el producto que ha ganado y solo pague el envío. Una vez introducido el número de la tarjeta, se puede cobrar cualquier monto o la página simplemente guarda los datos de la tarjeta para robar más dinero.
Esta es solo una de las formas en las que las estafas por internet funcionan, pero hay muchas más. Por ello, se debe tener cuidado con la información y los datos que se proporcionan al rellenar formularios en línea. Al mismo tiempo, cuando se ve un enlace, es importante detallar si se trata del sitio web original. Esto, se logra verificando si este está bien escrito y si al hacer clic este no redirige a varias páginas antes de mostrar la que dice ser la original.
Cuando se trata de productos financieros, los beneficios son muchos al realizar solicitudes en línea y la mayoría de los proveedores son bastante cuidadosos con sus solicitudes y el diseño de sus páginas web. Sin embargo, es posible que algunas personas logren engañar a personas que no están completamente familiarizadas con el sistema y las solicitudes en línea.
Por ejemplo, cuando se solicitan créditos rápidos en línea, es recomendable revisar el enlace en le que se introducen los datos. Además, ninguna de las páginas originales solicitará datos personales que comprometan la integridad y privacidad del usuario. Esto quiere decir que claves de cuentas de bancos, o números de tarjetas no serán requeridos al menos que se vaya a realizar una compra en línea. Nuevamente, es importante revisar que el enlace se encuentre escrito de forma correcta para no suministrar ningún dato personal a una página que pueda ser riesgosa.
En general, para identificar estafas en línea se debe tener cuidado con los enlaces y los datos que se proporcionan. Si se trata de productos financieros, lo mejor es realizar la solicitud desde la página del proveedor directamente, de modo que se pueda garantizar que los datos que se proporcionan estarán protegidos. Cuando se trata de compras por internet o cualquier otro servicio, siempre se debe revisar el enlace y la página en la que se están ingresando los datos. Además, muchos proveedores de servicios y bancos han desarrollado pequeños pasos para verificar la identidad y la compra de productos y servicios como, por ejemplo, la autorización de un pago a través de un enlace en el correo electrónico o el ingreso de un código que ha sido enviado al teléfono móvil vía SMS. De este modo, si bien siempre existirá el riesgo de que un producto o servicio que se pueda consumir en línea sea una estafa, se debe ser consciente de la forma en la que esto pueda evitarse.