“Hace diez años, las especulaciones sobre el futuro de Internet nos llevó a una burbuja del sector de las telecomunicaciones, ya que los operadores del mundo sobredimensionaron las redes con la promesa de que habría una avalancha de tráfico que nunca llegó a materializarse, ¿o sí lo hizo?”, se pregunta Antonio Gómez Moliner, director general de Ciena para el Sur de Europa.
Como explica el directivo, “hoy en día, solo YouTube usa más ancho de banda de la que utilizaba todo Internet en el año 2000”. De hecho, muchas de las promesas del Internet de aquella época ya se han cumplido o se han superado en las redes de hoy. La banca on line, el vídeo en el móvil y un cambio cultural total hacia la interacción social son solo algunos ejemplos de cómo nuestra vida diaria ha cambiado gracias al Internet que tenemos hoy.
Y ahora, ¿qué depararán los próximos diez años a nuestro mundo on line, y cómo tienen que evolucionar las redes e Internet para satisfacer la demanda actual, aparentemente insaciable, de acceso inmediato a todo desde cualquier lugar? El equipo de tecnología de Ciena, especialista en redes, ha querido compartir lo que cree que debe suceder en las redes para dar respuesta a este mundo cada vez más hambriento de banda ancha, y ofrece ejemplos sobre cómo esto hará cambiar nuestras vidas.
La visión de Ciena para el año 2020:
• La necesidad de la evolución de la red. Para soportar la demanda de las aplicaciones que hoy en día requieren mucho ancho de banda como YouTube, iPlayer y sitios de medios sociales, las redes que se construyeron hace una década están siendo actualizadas para llevar diez veces más tráfico del que estaban diseñadas originariamente y, lo más apropiado, de ser aplicaciones basadas en datos frente a las basadas en voz. Pero es bastante posible que a mediados de esta década podamos incluso dejar atrás estas redes y enfrentarnos a la probabilidad de necesitar un rediseño más exhaustivo de la infraestructura de la red global. La demanda de tráfico se acelerará con la transición hacia una infraestructura convergente de Ethernet óptica.
• Las nuevas tecnologías y la convergencia omnipresente. Las nuevas tecnologías como el 3DTV, las cámaras 3D, la realidad aumentada, reconocimiento de voz e interfaces de ordenador no invasivas (quizá heredadas del sector de los videojuegos), serán algo habitual y convergirán para desarrollar aplicaciones nuevas que hoy son insondables. La red inteligente estará en el núcleo de estas innovaciones.
• Repercusiones sociales. Los viajes de negocios se restringirán a favor de otras soluciones más rentables como la videoconferencia HD/3D –a medida que estas tecnologías sean más viables. Y la importancia de la red crecerá con el desarrollo de las naciones a medida que el Internet low-cost sea accesible para todos, estimulando a las economías en desarrollo.
• La web invisible: el aumento de las máquinas. La web invisible de las comunicaciones maquina-a-maquina se ha convertido en dominante en la medida que las aplicaciones y los electrodomésticos están conectados a la web para ayudar a mantener nuestro entorno saludable y funcional. Mientras estos dispositivos generarán individualmente mucho menos tráfico de red que una persona media, el excesivo número de dispositivos en la red y su necesidad constante de interactuar creará una nueva serie de desafíos a la red de los que tiene hoy. Como parte de esta tendencia, el ancho de banda entre grandes centros de datos también crecerá de forma dramática, y justificará la presencia de redes ópticas dedicadas para movimientos internos de datos.
• Micro salud: la visita interminable al médico. Imagina ir con tu familia al médico para un chequeo todas las noches antes de irte a acostar. Pruebas diarias del corazón, presión sanguínea y otros signos vitales que le dan al doctor el sistema para la detección preventiva de posibles riesgos de salud. El aumento de los sistemas de seguimiento de salud en el hogar no solo hará que los chequeos diarios se conviertan en algo habitual, sino que la telemedicina permitirá los exámenes y diagnósticos remotos que acercan al médico y al paciente. Con el mercado de la monitorización remota ya preparado para un crecimiento global y dinámico en los próximos años, en el año 2020 será inmenso el impacto que tendrá en las redes subyacentes.
• La extinción del disco duro. La red actuará como un recurso universal, que es aprovechado para la administración óptima de las aplicaciones, servicios e información – sin importar su ubicación. Con la llegada del ancho de banda móvil masivo, tecnologías como el cloud computing permitirán a la gente alojar toda su información, aplicaciones y contactos en la web en lugar de en un disco duro privado. Este cambio fundamental en cómo se almacena la información requerirá redes más inteligentes que puedan reconocer nuestra ubicación y el dispositivo de red para determinar la mejor manera de entregar la información.
• Un mundo de eLearning. Las escuelas de todo el mundo no tendrán cajoneras, y los niños no necesitarán mochilas, porque en 10 años los libros de texto tradicionales que hoy conocemos serán cosa del pasado. Todos los niños de clase tendrá un terminal de red, y todos los programas de estudios se darán online. El texto en blanco y negro será sustituido por una educación interactiva, multimedia y por video. La educación a distancia, que ya es hoy una tendencia creciente, evolucionará y dejará de ser una videoconferencia de un solo sentido para convertirse en las aulas virtuales, en las que se han mejorado la interacción y la participación gracias a la capacidad de la red para ofrecer en tiempo mundos virtuales tridimensionales.
Como explica el directivo, “dentro de 10 años, la red (una colección de almacenamiento, informática, comunicación y usuarios desde su creación) será realmente de muy alto rendimiento, en velocidad, potencia y tiempo de respuesta, y se basará en nuevas arquitecturas de redes ópticas que viajan en la Ethernet óptica”.