La digitalización ha llegado a todos los ámbitos de actividad, y el deporte no podía ser una excepción. Los clubes de fútbol ya no solo son entidades que compiten por campeonatos, sino auténticos centros de información y generadores de datos de sus seguidores y simpatizantes.
Los clubes son ecosistemas donde conviven y comparten actividades los hinchas, socios y abonados. Por tanto resulta clave la gestión digital de identidades basada en la unificación del dato, en pro de mejorar las experiencias en la compra de entradas y de artículos deportivos y evitar el fraude. Es preciso, consolidar toda la información relevante para asegurar una comunicación directa y fluida con los aficionados. La digitalización permite a los clubes y organizaciones deportivas interactuar tanto con socios habituales como con aquellos cuyo consumo esporádico.
Esta capacidad de comunicarse de manera efectiva con todos los aficionados, independientemente de la frecuencia de su participación, es fundamental para mantener una relación sólida y personalizada con cada individuo. Y como se ha mencionado, este trato cada vez más directo con el aficionado, ayuda a evitar acciones perniciosas como la reventa o la suplantación en el acceso a los recintos deportivos.
La tecnología permite conocer “perfectamente” a cada socio, porque son datos personales propios y no están cedidos a otros. Gracias al blockchain y al conocimiento detallado, los clubes pueden crear experiencias personalizadas y mejorar el feed back. Pero también son un reclamo para patrocinadores y empresas que quieren acceder a la masa de socios con fines comerciales.
La identidad digital descentralizada es una propuesta que ayuda en este cometido. Esta tecnología permite que el usuario sea el verdadero poseedor de sus datos, incluso cuando están almacenados en los sistemas del club. Esto significa que una persona puede demostrar su identidad de manera segura y precisa, manteniendo el control total sobre su información personal. Además, el usuario tiene la libertad de revocar el acceso a sus datos en cualquier momento, lo que aumenta la confianza y seguridad en el manejo de la información personal.
Por otro lado, la identidad digital descentralizada aumenta la seguridad y privacidad de los datos, ya que son los propios usuarios los que tienen control sobre su información.
