Después de sumergirse en un proceso de virtualización y de mejorar la seguridad, lo que buscan las empresas es consolidar sus infraestructuras de TI para obtener mayor agilidad de red y mayor demanda de productividad. Así lo afirma un estudio elaborado por Brocade, donde se desprende que más del 75 por ciento de las empresas de la región EMEA están considerando la consolidación de sus infraestructuras de TI para los próximos 12 meses.
De acuerdo con el informe, las arquitecturas de red tradicionales están dificultando el rendimiento del negocio, lo que impulsa la necesidad de contar con una red unificada. En concreto, las compañías quieren obtener mayor escalabilidad y una gestión menos compleja (un 61 por ciento); mayor movilidad y agilidad (un 38 por ciento), y casi la mitad de ellos demandan que las tecnologías de red emergentes complementen las inversiones actuales, en lugar de tener que cambiar toda su infraestructura por completo, reduciendo así el coste total de propiedad (TCO).
En todo ello, la evolución de las infraestructuras de red tradicionales juega un papel muy importante. Para Alberto Soto, vicepresidente EMEA de Brocade, “el entorno de red del futuro consolidará el tráfico de aplicaciones y el tráfico de la red de almacenamiento en una única red de alto rendimiento y de alta disponibilidad que será capaz de identificar los distintos tipos de tráfico y manejarlos de manera adecuada, siguiendo unas reglas preestablecidas. Una red unificada aporta beneficios en cuanto a rendimiento y productividad del negocio, por no hablar de la ventaja que supone una red mucho menos compleja”.
Pero transformar la red y llegar a una buena consolidación para conseguir un mayor rendimiento no está exenta de complejidades. Según el informe, un tercio de los encuestados europeos encuentran resistencia en sus organizaciones, mientras que la diversidad de aplicaciones (exactamente un 49 por ciento), y de plataformas (42 por ciento), son también consideradas como importantes obstáculos que superar.