Intel ha vuelto a dar el pistoletazo de salida al nuevo año reuniendo a los periodistas en su tradicional desayuno con roscón de Reyes por primera vez después de la pandemia. En esta cita, Norberto Mateos, director general de Intel Iberia, ha reconocido que 2022 ha sido “un año complicado a nivel macroeconómico”, en el que factores como “la Covid-19, la guerra de Ucrania, la inflación o el precio del combustible no han dado tregua”. Esta coyuntura ha afectado a las ventas de PC, respecto a las que Mateos no tiene previsiones muy halagüeñas para este 2023: “en el mejor de los casos, el mercado tendrá una caída a doble dígito en la demanda de los equipos de consumo”.
2022 ha sido el primer año completo para Pat Gelsinger como CEO de la compañía, que ha asentado la estrategia de Intel en cuatro tendencias clave: “grandes recursos y capacidad computacional, amplia variedad de dispositivos IoT, estar allí donde se generan los datos abarcando de la cloud al edge, y la consolidación de la inteligencia artificial para soportar cada vez más procesos”, ha enumerado Javier Galiana, responsable de consumo de Intel en EMEA.
“El mercado europeo de semiconductores no es tan grande como para tener grandes fábricas en distintos países”
De cara a 2023, uno de los principales objetivos de la compañía es abrir sus fábricas a terceros para ganar escalabilidad y contar con una fuente de ingresos que soporten las inversiones. Ampliando el horizonte a 2025, según Mateos, Intel desea alcanzar “el liderazgo del mercado en rendimiento por vatio”, y garantizar unos procesos de fabricación “sostenibles y escalables”.
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Proyección en España
En España, la compañía confía en el impulso que supone para los fabricantes la iniciativa PERTE Chip, en la que el Gobierno ha invertido más de 12.250 millones de euros, aunque Mateos ha afirmado que “el mercado europeo de semiconductores no es tan grande como para tener grandes fábricas en distintos países”, y la fábrica principal de Intel en Europa estará ubicada en Magdeburgo (Alemania).
Los directivos también han celebrado el acuerdo firmado en 2022 con el Barcelona Supercomputing Center para invertir 400 millones de euros en 10 años en la creación de un nuevo laboratorio para el diseño de chips y microprocesadores.
4ª Generación de procesadores Intel Xeon
Mateos ha hablado sobre las altas expectativas que la compañía tiene puestas en la nueva generación de procesadores Intel Xeon, lanzada estos días al mercado, que es la generación de procesadores más sostenibles de Intel para centros de datos. Esta 4ª generación cuenta con capacidades de escalabilidad y aceleradores para sacar adelante cargas de trabajo específicas en el ámbito de la inteligencia artificial, el networking o la ciberseguridad.
En comparación con las generaciones anteriores, los clientes de la 4ª Generación de Intel Xeon ofrecen una mejora media del rendimiento por vatio de 2,9×1, con un ahorro energético de hasta 70 vatios por CPU en modo de energía optimizada con una pérdida de rendimiento mínima y un coste total de propiedad entre un 52% y un 66% inferior.