Indra está implantando estos sistemas en aeropuertos de todo el país chino, entre los que destaca el de Shanghái-Pudong, uno de los tres más importantes.
La nueva remesa de contratos ganados en 2015 se suma a los que Indra ha ido adjudicándose en los últimos años. En este sentido, Indra ha desplegado ya por todo el país más de 200 DVOR, sistemas que emiten una señal que permite a los aviones determinar su rumbo; 300 sistemas ILS, que apoyan el aterrizaje instrumental de las aeronaves; y más de 200 sistemas DME de medición de distancia a la cabecera de la pista que complementan a los ILS.
La compañía ha completado y reforzado su cartera de productos, que cubre todas las fases de vuelo, abarcando: sistemas de gestión automatizada de tráfico aéreo, comunicaciones, vigilancia radar y ahora también ayudas a la navegación. Este último ámbito es además uno de los que presenta una tasa de crecimiento más elevada para los próximos años.
A estos contratos, hay que sumar los que la compañía anunció en marzo que había ganado para implantar cinco radares que reforzarán el control del espacio aéreo en Shanghái y la zona centro-sur de China y Yinchuan por unos 10 millones de euros.
Geográficamente, todos estos proyectos refuerzan la sólida posición de Indra en China, uno de los mercados más competitivos del mundo, en el que opera desde hace más de 25 años.
El contrato, ganado en 2009, contempló la implantación de radares secundarios modo S, la tecnología más avanzada y que ofrece la mayor precisión en la detección e identificación de aeronaves, lo que mejora la gestión en rutas de tráfico denso y zonas próximas a aeropuertos.
Indra también se ha responsabilizado de la implantación de los sistemas de gestión automatizada de tráfico aéreo de los centros de control de Chengdu y Xian, dos de los principales del país. Esta tecnología gestiona actualmente el tráfico del espacio aéreo superior de ocho provincias chinas, que suman unos 4,2 millones de km2 o más de 8 veces el tamaño de España. Solo el centro de Chengdu cuenta con más de 400 controladores aéreos, lo que lo convierte en uno de los mayores centros del mundo.
En la actualidad, Indra trabaja en la ampliación del centro de control de Xian y lo prepara para que incremente aún más su capacidad y asuma la gestión de un espacio aéreo más amplio.