Con la llegada de la virtualización y consolidación de servidores, el mainframe ha vuelto a resucitar. Defenestrada por muchos, esta máquina ha vuelto a resurgir de sus cenizas con energías renovadas que van desde la ampliación flexible de los recursos de capacidad hasta la aceleración de ciertas funcionalidades específicas. Cierto es que IBM nunca paralizó su desarrollo invirtiendo en escalabilidad y virtualización para reducir costes y complejidad, en eficiencia para reducir el consumo energético, en seguridad y elasticidad para disminuir los riesgos, y últimamente en escalabilidad de almacenamiento y protección del dato. De hecho, desde que IBM lanzara el modelo z900 en el año 2000, System z casi ha duplicado su cuota, pasando del 17 al 33 por ciento en el segmento de los servidores empresariales. Con dotes clarividentes, IBM ha convertido al System z en la piedra angular de su estrategia Dynamic Infrastructure, optimizándolo con el procesador Power6, y en su momento, con Power7 cuando éste llegue. Asimismo, como ha revelado Gerard Laumay, especialista en System z del laboratorio que IBM tiene en Montpellier (IBM Customer Center PSSC),“System z se está moviendo hacia nuevos tipos de aplicaciones para no quedarse estancado, y se está incrementando los rendimientos del procesador, el ancho de banda, la memoria… También se está teniendo en cuenta un aspecto básico a la hora de reducir costes, y es la eficiencia energética, que con el z10 se ha alcanzado una mejora de 16 veces el rendimiento por kilowatio si se compara con los x86 sin virtualización, y del 15 por ciento respecto a su predecesor”.
Aunque corren malos tiempos para la industria del hardware, asegura Laumay que la actividad de los proyectos de consolidación a gran escala se está incrementando, y eso refuerza la continuidad del compromiso de la compañía con el mainframe. Además, un estudio reciente de IDC muestra que las inversiones en hardware de mainframe aumentarán en los próximos cinco años.
zFuture
Por el momento, el Gigante Azul ha comenzado a hablar del System z del futuro, el cual integra el mainframe, firmware de gestión de sistemas, servidores de aplicaciones blade y aceleradores (appliances de terceras partes que acelerarán determinadas capacidades en función de la demanda del usuario). “Nuestro objetivo es extender las cualidades del mainframe a plataformas heterogéneas dentro de una infraestructura dinámica para soportar aplicaciones críticas. Por ello proponemos un matrimonio de tecnologías, que se complementan a la perfección unas con otras, y que están basadas en la integración o conexión de aceleradores y blades”, explica Gerard Laumay.
El roadmap que IBM ha perfilado para el futuro del System z tiene como protagonista la eficiencia energética. Por ejemplo, se incluirá una opción de refrigeración por agua, se mejorará el ahorro del consumo en los procesadores, el modo de ahorro energético estático o una plataforma de gestión de la energía avanzada. Y su estrategia técnica pasa por la virtualización, cuyo alcance se ampliará desde servidores únicos a agregaciones de servidores, almacenamiento, aceleradores y componentes de red. “El próximo paso ocurrirá en un sistema altamente integrado y virtualizado, es decir, se hablará de clusters virtualizados y de clusters heterogéneos virtualizados con Linux y VM como sistema operativo”, especifica el especialista en System z.
En líneas generales, la visión de IBM es ofrecer una virtualización multi-sistema. Por tanto, System z incluirá una función de gestión encastrada (Imbedded Management Function), que albergará una federación de funciones de gestión de plataformas como monitorización de recursos, gestión de cargas de trabajo, gestión de la disponibilidad, de la imagen y de la energía.
En definitiva, la estrategia que IBM ha esbozado para los System z tiene como principios “reforzar la simplicidad, consolidar y reducir los costes de una infraestructura de TI, integrar, virtualizar y gestionar coherentemente los múltiples y variados elementos de las aplicaciones empresariales, y escalar e impulsar las fortalezas del System z en la provisión de datos. Por ello continuaremos invirtiendo en rendimiento, virtualización, seguridad y continuidad del negocio, desplegando tecnologías optimizadas para determinadas aplicaciones o componentes”, especifica Gerard Laumey.