Los líderes empresariales enfrentan desafíos económicos y geopolíticos crecientes, y el 2025 no parece ofrecer alivio. Con la inflación y las tensiones políticas afectando al comercio global, es crucial que las empresas no solo se enfoquen en amenazas externas, sino también en su resiliencia cibernética.
A pesar de los esfuerzos de los equipos de TI y seguridad, toda organización enfrentará un fallo tarde o temprano, ya sea una brecha de seguridad, un apagón o algo peor. Ante esta realidad, los directores deben invertir en estrategias de resiliencia cibernética que minimicen el impacto y permitan una respuesta rápida y eficiente, evitando una reacción caótica.
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Resiliencia: una baja prioridad para el liderazgo
Una encuesta reciente de Zscaler a 1.700 directivos de TI en 12 mercados globales, incluyendo España, ha revelado una preocupante brecha entre la confianza en la resiliencia cibernética y la efectividad real de las estrategias. Solo el 29% de los encuestados en España considera que es una prioridad para el liderazgo, y el 46% cree que la inversión es insuficiente.
El 59% de los responsables de TI españoles espera un fallo significativo en el próximo año, y el 41% ya ha experimentado uno. Sin embargo, solo el 51% ha actualizado su estrategia frente a los ciberataques impulsados por IA, y el 39% no ha revisado su plan en seis meses.
Sin respaldo directivo, los equipos de TI estarán en desventaja. Es clave aumentar la inversión e integrar la resiliencia cibernética con la estrategia empresarial para evitar incidentes prolongados.
Adoptar un enfoque ‘Resilient by Design’
Para reducir los riesgos, las empresas deben adoptar un enfoque ‘Resilient by Design’, basado en una arquitectura zero trust. Esto simplifica la ciberseguridad eliminando firewalls y VPNs obsoletos, reduciendo la superficie de ataque y optimizando costes. Esto permite a los equipos de TI enfocarse en la estrategia en lugar del mantenimiento de sistemas heredados.
Sin embargo, la resiliencia no solo es tecnológica, también organizacional. Los responsables deben realizar simulacros de recuperación ante catástrofes al menos dos veces al año, asegurando que todos comprendan sus roles en una crisis y los protocolos de comunicación para minimizar tiempos de inactividad.
El enfoque «Resilient by Design» va más allá de la detección y respuesta, dotando a los equipos de TI con herramientas para contener incidentes rápidamente y minimizar interrupciones. Las empresas que adopten esta mentalidad estarán mejor preparadas para afrontar desafíos, adaptarse y prosperar, obteniendo una ventaja competitiva clave.