Casi 7 de cada 10 euros que factura la multinacional japonesa Fujitsu en España provienen de la venta de servicios gestionados. Esta área cuenta en la compañía con nada menos que 1.400 personas que atienden, entre otras cosas, las incidencias de los más de 100 centros de datos de Telefónica, o de los 175.000 dispositivos (entre PC, impresoras o cajeros) que tiene La Caixa repartidas por sus casi 5.500 oficinas.
Ahora, Fujitsu le da una vuelta de tuerca a su estrategia de servicios para acercarla a su propuesta de Infraestructuras Dinámicas, con la que pretende, por ejemplo, llevar el pago por uso al ámbito de la informática corporativa.
Fujitsu ha segmentado sus servicios de infraestructura en tres áreas: data center, redes y puesto de trabajo.
Para Manuel Valenciano, director de servicios gestionados de la compañía, “es importante que las empresas consideren los beneficios de delegar total o parcialmente las operaciones de sus sistemas de información, en empresas de TI. En Fujitsu, gracias a nuestra metodología sofisticada, soluciones de contratación flexible y acuerdos de nivel de servicio, facilitamos a las organizaciones centrarse en sus competencias claves, disminuir su TCO, obtener una mayor disponibilidad tecnológica y una rapidez en las respuestas, ante los constantes cambios de negocio. Esto es, en esencia, lo que las empresas, hoy más que nunca, necesitan”.
Por otra parte, Valenciano destaca varias tendencias que se están imponiendo en el ámbito de los servicios y que serán fundamentales para asegurar la satisfacción del cliente en este punto. Una es la industrialización de los servicios gracias a la reutilización de los modelos que han funcionado con anterioridad. Otra es la implantación de los llamados lean services, que permiten eliminar las actividades innecesarias, identificar las causas de las incidencias y adaptar el servicio a las necesidades del negocio. Por último, está el rightshoring, que promueve la provisión del servicio independientemente de la ubicación desde la que se presta. Este último punto es importante en un entorno como el europeo, tan aquejado desde hace años por la escasez de profesionales.
Valenciano también reconoce que hay una notable presión a la baja en los precios de los servicios informáticos a consecuencia de la crisis. Sin embargo, cree que para los proveedores esto, en vez de ser un problema, puede convertirse en una oportunidad: “Muchos servicios se han dado de la misma manera desde hace muchos años y ahora deberíamos romper barreras y las formas de trabajar para adaptarnos. Habría que hacer como Fosbury, que cambió por completo en las Olimpiadas de México de 1968 el salto de altura”, asegura.