En el epicentro de la revolución tecnológica, estamos presenciando un momento de cambio sin precedentes, marcado por una serie de despidos masivos en el sector que comenzó en 2023 con la destrucción de 260.000 empleos en 1.190 empresas, según la web Layoffs.fyi, y que sigue en la actualidad, afectando en los inicios de 2024 a casi 50.000 empleados de 190 compañías tecnológicas.
Estas acciones, que generan desconcierto y alarma social, son indicativas también de una transformación profunda pero necesaria dentro de la industria, provocada por el avance y la integración de la inteligencia artificial generativa (AI Gen) en las estrategias de negocio. Esta transformación no se limita solo a las empresas tecnológicas, sino que impacta en todos los sectores de actividad, directa o indirectamente, y seguirá provocando la necesidad de reestructurar también todo tipo de organizaciones, en mayor o menor medida.
Empresas como SAP, eBay o TikTok han tomado recientemente la decisión estratégica de reducir su fuerza laboral, reflejando una reorientación hacia tecnologías emergentes como la AI Gen. Este cambio está alterando la naturaleza del trabajo en tecnología y, a su vez, generando nuevas oportunidades de empleo y crecimiento. En consecuencia, la demanda de profesionales relacionados con todos los campos de actuación alrededor de la AI Gen (incluida la ética y el desarrollo de la normativa regulatoria) y otras tecnologías de vanguardia es más fuerte que nunca.
La adopción de estas tecnologías por parte de las empresas requiere de nuevos roles híbridos que combinan conocimientos técnicos con otros específicos de diversos sectores, combinadas con habilidades clave como el pensamiento crítico, la creatividad, la capacidad de aprendizaje o la inteligencia emocional. Esto abre un amplio abanico de oportunidades profesionales para aquellos que estén dispuestos a explorar la intersección de la tecnología con campos tradicionalmente no tecnológicos, tales como la salud, la movilidad, la energía o la educación, entre muchos otros.
Además, la democratización de las herramientas de IA está impulsando el emprendimiento, permitiendo a los innovadores desarrollar soluciones disruptivas que pueden escalar rápidamente en el mercado, incluso superando o desbancando a los que eran grandes líderes antes de su aparición. Esto ocurrirá cada vez con mayor impacto en “gigantes con pies de barro” que no sepan adaptarse a la nueva realidad y los cambios asociados, como les ocurrió en el pasado a Kodak o Nokia.
Volviendo al mercado laboral, ante un entorno en constante transformación como el que estamos describiendo, la única manera posible de afrontarlo con éxito es a través de garantizar el aprendizaje continuo, con una actuación en reskilling y upskilling que se convierta en elemento ya no diferencial, sino esencial para la supervivencia de las organizaciones y la empleabilidad de sus trabajadores en el mercado.
Esta necesidad de capacitación constante no debe verse como una iniciativa puntual, sino como un comportamiento estratégico integrado en el ADN de la cultura organizacional, asegurando la adaptabilidad y evolución permanente tanto de los individuos como de las empresas y sus modelos de negocio. La flexibilidad y la capacidad de adaptación emergen como competencias esenciales, facilitando la transición ágil entre proyectos y roles diversos. Construir y mantener una red profesional sólida también es vital para identificar, entender y aprovechar oportunidades emergentes.
Por ello, a pesar de los retos actuales, el futuro del sector tecnológico promete ser brillante. La transición hacia la AI Gen no solo tiene el potencial de recuperar los empleos perdidos, sino que a medio plazo, con total seguridad creará nuevas posiciones que anteriormente no existían, marcando el inicio de una era de innovación y crecimiento sin precedentes que transformará la dinámica tradicional del empleo. Asimismo, también revelará potenciales hasta ahora inexplorados, pero, eso sí, requerirá de un nivel de capacitación y aprendizaje mucho mayor que el exigido hasta ahora para ser empleable en el mercado, además de cambios regulatorios profundos adaptados a la nueva realidad y necesidades tanto de empresas como de trabajadores.
Como líderes, innovadores y profesionales del ámbito personal y tecnológico, nos enfrentamos a la responsabilidad de navegar este cambio con una mentalidad abierta y una predisposición hacia el aprendizaje constante. La actual revolución tecnológica representa una oportunidad única para el crecimiento y la innovación. Abrazar el cambio, capacitarnos continuamente y adaptarnos nos asegurará mantener nuestra relevancia en el mercado laboral y contribuir a forjar un futuro tecnológico más prometedor y equitativo, construyendo una sociedad mejor para todos.
Sin duda, la transformación que vive el sector tecnológico, liderada por la implementación de la Inteligencia Artificial generativa, augura una era de innovación y nuevas oportunidades, más allá de los ajustes estructurales que estamos viendo en las empresas tecnológicas en el momento actual. Aquellas empresas y profesionales que se adapten eficazmente a estos cambios no solo sobrevivirán, sino que florecerán, allanando el camino hacia una nueva era de prosperidad tecnológica y desarrollo social como nunca antes se ha visto en la historia de la humanidad.
¿Riesgo u oportunidad? Tú decides.