Los ‘más viejos’ del lugar habrán escuchado en varias ocasiones que el PC tenía los días contados y que iba a ser relevado sin compasión por otros dispositivos de mayor capacidad móvil. Pese a todos los negros augurios, el ordenador personal sigue aguantando el paso del tiempo y los nuevos escenarios tecnológicos. La urgencia del confinamiento ha llevado a muchas compañías y organizaciones públicas a hacer acopio de equipos para poder desplegar el teletrabajo y permitir que sus empleados sigan operando sin menoscabo para el negocio.
El último informe de Gartner señala que el descenso del mercado del negocio del ordenador personal para 2020 solo será del 10,5%, con lo que la curva no va a ser tan aguda según lo previsto, pues las ventas globales de dispositivos (que incluyen tabletas y teléfonos móviles) van a bajar un 13,6%, totalizando 1.900 millones de unidades.
La pandemia ha traído un aumento del gasto en nuevos ordenadores portátiles, Chromebooks y tabletas. En Educación y en las instituciones públicas también ha aumentado. La tendencia tiene visos de continuar si se cumplen los augurios de Gartner, que ve probable que el 48% de los empleados trabaje en remoto, al menos parcialmente, cuando se supere la situación de crisis, en comparación con el ratio del 30% que se daba en el mundo precovid.
El teléfono móvil, a tenor de los datos de Gartner, parece que puede ser el más perjudicado por este cambio de paradigma. Y es que la crisis y un poder adquisitivo en caída libre puede ver cómo los plazos de actualización de los smartphones pasen de 2,3 años en 2018 a 2,7 en 2020. La firma analista estima que para este año la venta de smartphones caiga unos 14 puntos hasta los 1.300 millones.