Dell ha decidido avanzar sus cuentas una semana antes de lo programado. Se rumorea que este adelanto se debe a que el rendimiento financiero de la compañía podría haber sido peor de lo que se esperaba, y que esta debilidad servirá a Michael Dell para impulsar su objetivo de privatizar la firma.
Asimismo, tal y como se esperaba, los resultados de Dell han sufrido declives. En la facturación total, que ha sido de 14.100 millones de dólares, la caída ha sido del 2% con respecto al primer trimestre del año anterior. Y el beneficio neto ha caído un 79% pasando de 635 millones de dólares en el primer trimestre de su año fiscal 2013, a 130 millones en este periodo de 2014.
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Predeciblemente, el negocio de PC ha sido el mayor culpable de esta debilidad financiera. Las ventas de la división han bajado un 9% aunque su margen operativo ha sido del 65%.
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No obstante, alas divisiones centradas en el entorno empresarial le han ido mejor las cosas. Los ingresos del Grupo de Soluciones Empresariales han crecido un 10%, aportando 3.100 millones de dólares. Las ventas de servidores y networking también han subido, pero no así la parte de almacenamiento. Asimismo, la división de Servicios ha experimentado un crecimiento del 2% impulsada por el negocio de infraestructura, cloud y seguridad. Y Dell Software ha registrado pérdidas operativas con una facturación que ha estado por debajo de los 300 millones de dólares.
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En cuanto a las previsiones para el siguiente trimestre fiscal, Dell no ha proporcionado ninguna guía debido a las negociaciones de su posible privatización.