Citrix, una de las compañías de referencia en el mundo de la virtualización, ha confirmado la adquisición de Brike, proveedor de una plataforma de gestión de proyectos, por 2.250 millones de dólares, una cantidad que pagará en metálico y que supera la cuantía inicialmente fijada para la operación.
Brike es competidor de Slack, la plataforma de colaboración que fue recientemente adquirida por Salesforce por más de 27.000 millones de dólares. También lo es de Trello, que fue también comprada por la firma australiana Atlassian.
De esta forma, Citrix se refuerza en el ámbito del espacio de trabajo y de la colaboración en la nube, un área donde los inversores han puesto los ojos y que vive un boom desde la irrupción de la Covid-19 y la consolidación de tendencias en el mundo laboral como la del teletrabajo. La intención tanto de Wrike como de Citrix es reducir la complejidad de los puestos de trabajo, “de manera que los empleados puedan sentarse y rendir al máximo, con independencia de dónde estén”.
Citrix se refuerza en el ámbito del espacio de trabajo y de la colaboración en la nube, un área donde los inversores han puesto los ojos
La tecnología de Wrike se integra con la de Salesforce, Microsoft, Google o la misma Slack. Además, está desplegada en más de 20.000 clientes, y algunos de ellos son grandes corporaciones como Walmart.
La compra de Wrike es, asimismo, la mayor de las que ha hecho Citrix durante su historia. Hasta ahora, Wrike estaba en manos del fondo de inversión Vista Equity Partners, y para 2021 se espera que su negocio crezca de forma orgánica un 30%. De hecho, si se cumplen las previsiones, la facturación de la compañía debería rondar este año los 180 o 190 millones de dólares.
Se sabe que al mando de Wrike seguirá su fundador, Andrew Filev, y que en principio las dos compañías funcionarán de forma independiente, al menos hasta que se cierre el acuerdo de compra, en algún momento de este primer semestre del año.