La adopción de estrategias cloud ha sido una constante en los últimos años, ya que es una manera de consumir tecnología que aporta la flexibilidad que necesitan las empresas para abordar su transformación digital y desplegar sus servicios con mayor agilidad.
Es esa elasticidad y su modelo de costes flexible lo que está permitiendo a las empresas adaptar su infraestructura y sus sistemas a las necesidades que surgen durante la pandemia global, provocada por el coronavirus, que tiene graves implicaciones sanitarias pero también económicas.
Los expertos de Linke, empresa española especializada en servicios de consultoría en la nube de AWS, están ayudando a las organizaciones a reducir los costes de infraestructura, adaptándola a las nuevas necesidades empresariales. “De esta forma, los departamentos de tecnología pueden reducir sus costes directos y ayudar a sus compañías durante esta situación de emergencia”, explica Ricardo Casanovas, su Chief Technology Officer (CTO).
Fruto de este trabajo que vienen realizando el responsable de tecnología y su equipo, recomiendan a las compañías un análisis de su escenario de TI para poder “redimensionar” la infraestructura, es decir, con menos actividad empresarial, se reducen también las cargas de trabajo y algunos procesos son prescindibles. Por tanto, es momento de evaluar si es el momento de desconectar algunos servidores virtuales hasta que vuelvan a ser necesarios.
Se trata, como subraya el CTO, de “rebajar los costes directos, beneficiándose de la elasticidad y el modelo de pago por uso para disminuir el gasto asociado a aquellas infraestructuras que ahora estén infrautilizadas”.
La experiencia de la firma es que sus clientes están ahorrando entre un 20% y un 60%, en función de su tamaño, las acciones emprendidas y las regiones en las que estén los recursos.
Cloud, para resolver rápido nuevas necesidades
La nube está permitiendo a muchas compañías adaptarse a la nueva forma de trabajo que impone la pandemia. El equipo de Linke, que está especializado en entornos Amazon Web Services (AWS), ha identificado varios escenarios:
- Creación de escritorios remotos, de manera rápida y bajo demanda. En cuestión de horas, las empresas pueden disponer de ‘workspaces’ o espacios de trabajo para que sus empleados puedan conectarse y trabajar desde cualquier parte del mundo. AWS ha puesto a disposición de sus clientes Amazon Workspaces, con la que ofrece hasta 50 usuarios gratuitos entre el 1 de abril y el 30 de junio.
- Configuración de VPNs: hay muchas empresas que no tienen sus infraestructuras dimensionadas para que todo su personal pueda trabajar en remoto y esto satura su capacidad para operar. La nube facilita el despliegue la infraestructura VPN en horas para tener a toda la plantilla trabajando en pocas horas.
- Sistema de videoconferencia: en este caso la aplicación es Amazon Chime, que no solo facilita las reuniones online, sino que permite chatear y establecer llamadas tecnológicas. Su implantación es también rápida.
- Despliegue de call centers virtuales: utilizando Amazon Connect, que integra tecnologías, como automatizaciones, chatbot o asistentes virtuales de voz, se puede ampliar la capacidad de atención de un call center, al poder redirigir llamadas para ser más eficientes.
En definitiva, la nube puede ayudar a los equipos de tecnología a ajustar su infraestructura a la nueva situación de la empresa y contribuir, así, a disminuir los gastos, pero también a poner en marcha servicios necesarios para mantener las operaciones de negocio. “Especialistas como Linke, pueden ayudar a todas las empresas que necesiten de una respuesta rápida y que no hayan pensado en estas posibilidades”, concluye el jefe de tecnología de esta compañía.