La tecnología WiMAX nace para satisfacer la demanda de movilidad en banda ancha en la que se ha denominado era de la hiperconectividad; entendida como la situación en que un solo usuario mantiene simultáneamente varias vías de comunicación (ADSL, móvil, PDA, entre otras).
Así, podemos hablar de WiMAX como parte de una revolución tecnológica de sistemas móviles orientados a aumentar el ancho de banda y el tiempo de respuesta de la red.
Es también una evolución de las tecnologías de radio conocidas, pero incluyendo innovadoras formas de codificación de los datos (OFDM), además de nuevos formatos de antena (MIMO) y de una arquitectura plana IP para la red.
Solución IP
WiMAX reutiliza parte del conocimiento obtenido en UMTS y CDMA en cuanto a la búsqueda de una codificación radio que maximice la utilización del espectro disponible y una tecnología de antena que lo transmita de la forma más barata posible, en pro de una nueva solución que aportase valor añadido al operador y al usuario final, permitiendo mayor ancho de banda a bajo coste. Por este motivo, además de OFDM y MIMO, se planteó como una solución IP.
Esto significa que no se desarrolló como un sistema tradicional de conmutación de voz ni como una solución que fueran a cohabitar con estos sistemas, de modo que simplifica la arquitectura y disminuye el retardo de la red, lo que afecta positivamente en la economía de implantación y mejora del ancho de banda.
Asimismo, se trata de una tecnología que viene a responder a la petición de los usuarios; mientras que el resto de las soluciones de radio existentes (GSM, UMTS, CDMA…), fueron impulsadas por los operadores y fabricantes de infraestructuras de telecomunicaciones, el mercado y el usuario final no estaban tan involucrados ni habían mostrado su necesidad de estas soluciones.
En el caso de WiMAX, ha sido el usuario, acostumbrado a la banda ancha en casa, el que ha demandado este servicio una vez habituado a la movilidad y a estar conectado en todas partes, a través de banda ancha y con unos costes baratos. La tendencia comenzó en 2006 de forma muy clara.
En España, WiMAX funciona en redes fijas y se está a la espera de la certificación que acredite la solución móvil que llegará durante el 2008.
A pesar de la falta de certificación, hoy en día ya hay muchas aplicaciones estándar basadas en tecnología Wi- MAX que se están utilizando en Internet como: descargas de vídeo y audio, multiconferencias, soluciones de monitorización para hogares, etc.
Según nuestra experiencia, la implantación de WiMAX requiere del diseño de paquetes de servicio que se ajusten al perfil de la empresa o del usuario final.
En un primer paso, es necesario que cada uno de estas soluciones diseñadas para el mercado disponga de los terminales adecuados con tecnología de antena MIMO; como pequeños routers de LAN (o WLAN) con puertos de voz, PCMCIAs, micro-routers USB y otras soluciones fijas para después, llegar a la movilidad con teléfonos móviles con WiMAX integrado.
Aproximadamente, en tres o cuatro meses se puede realizar la implantación de una red, según lo que pretenda el operador en cuanto al despliegue necesario, el ancho de banda por usuario y el número de usuarios en la red.
Asimismo, entre las principales ventajas de WiMAX frente a otras tecnologías que están surgiendo ahora tal como HSDPA/HSUPA, nos encontramos con un ahorro en tecnología de radio (banda disponible) y un coste notablemente menor de implantación, pues se puede llegar a ahorrar hasta un 67 por ciento del número de nodos desplegados y un 80 por ciento en el coste de implantación y operaciones.
Todas estas ventajas que satisfacen la demanda de movilidad, convierten al ecosistema WiMAX en el aliado ideal para que los proveedores de servicios puedan aprovechar todas las oportunidades que ofrece un mundo hiperconectado con soluciones de banda ancha y altas velocidades de transmisión, esenciales para aplicaciones móviles en tiempo real como VoIP y vídeo.
